Unos 3.500 jóvenes responden a la llamada vocacional en el Encuentro del Camino en Lisboa - Alfa y Omega

Unos 3.500 jóvenes responden a la llamada vocacional en el Encuentro del Camino en Lisboa

Kiko Argüello y el Patriarca de Lisboa presidieron la cita a la que acudieron unos 75.000 chicos y chicas de 114 países del mundo

Redacción
El Encuentro Vocacional congregó a unos 75.000 jóvenes. Foto: Camino Neocatecumenal.

«Vamos a vivir un momento emocionante, cuando Dios pasa y dice a un chico: Tú, sígueme. A algunos de vosotros le va a decir: Tú, sígueme. Vamos a rezar pidiendo al Señor, diciendo en nuestro corazón: Mira Señor, la mies es mucha y los obreros son pocos, envía obreros a tu mies», decía Kiko Argüello al caer la tarde en el paseo marítimo de Algés poco antes de que comenzara el goteo de jóvenes en dirección al escenario preparado para el encuentro.

Primero fueron subiendo los chicos, la mayoría de ellos corriendo, hasta casi los 2.000. Y después fueron subiendo las chicas, unas 1.500, de tal forma que el iniciador del Camino Neocatecumenal tuvo que pedirles a todos que se repartieran también por las escaleras puesto que todos no cabían en el palco. Muchos de estos jóvenes lloraban emocionados al haber respondido a la llamada de la vocación y emprender su camino de discernimiento vocacional.

Tras los intensos días de la JMJ Lisboa 2023 junto al Papa Francisco, un total de 75.000 jóvenes del Camino Neocatecumenal prolongaron su estancia en Portugal para participar en este Encuentro Vocacional que presidieron Kiko Argüello y el Patriarca de Lisboa, el cardenal Manuel Clemente. Los jóvenes procedían de unos 114 países del mundo. Cerca de la mitad de Europa; unos 20.000, de América y unos 800 desde Asia, de países como China, India o Corea del Sur donde será la próxima Jornada Mundial de la Juventud de 2027. También hubo jóvenes procedentes de África, unos 650 de distintos países.

Tras la proclamación del Evangelio, el Patriarca de Lisboa, el cardenal Manuel Clemente tomó la palabra. «Nosotros sabemos que en el Evangelio las personas no solo tienen hambre espiritual o material. Jesús responde a todo el hambre porque tiene compasión. La JMJ ha sido una manifestación de la compasión de Cristo con los jóvenes que tenían hambre», aseguró el Patriarca.

«Nosotros somos ciudadanos de la Jerusalén celeste», les contó Kiko Argüello durante el anuncio del Kerygma. «Este encuentro puede aumentar tu fe si es que Dios ha decidido que tu escuches hoy una palabra que penetre hasta tu Espíritu. Todos necesitamos ser salvados y ha dado la vida por ti y por mí», recordaba el iniciador del Camino Neocatecumenal a todos estos jóvenes a los que insistió en que «hacen falta anunciadores, hacen falta evangelizadores, hace falta construir nuevas comunidades cristianas».

«Piensa un momento, que podrías ser santo, créelo. Que Cristo te va a dar su Espíritu en este encuentro y podrías cambiar. Su Espíritu te va a cambiar porque Cristo ha resucitado. Ánimo hermanos, la Iglesia necesita jóvenes, nuevos presbíteros misioneros que van a transformar este mundo y que van a evangelizar», explicaba Argüello entre aplausos de los chicos.

Además, Ascensión Romero, miembro del equipo internacional del Camino, habló a los jóvenes instándolos a no tener miedo, retomando las palabras del Papa a los chicos durante los días de la JMJ. Por su parte, el padre Mario Pezzi rememoró su propia experiencia, «después de más de 50 años que el Señor ha tenido la fantasía de ponerme como presbítero con Kiko y Carmen», «os puedo testimoniar que mi vida ha sido maravillosa, un gran consuelo ver las obras de Cristo resucitado delante de nuestros ojos. No sé cómo agradecer al Señor, no merezco tanto». Recordó sus tiempos como misionero comboniano itinerante en Sudán y pidió oraciones por ese pueblo que ahora se enfrenta una vez más a la guerra civil.

«Mirándoos a vosotros hoy, hermanos jóvenes del camino, que habéis recibido el don de la fe, como no sentir impulso a levantarse, a trabajar en la viña del señor entregando tu vida para salvar a otros que buscan un salvador», decía el padre Pezzi que recordó que «Cristo tiene el poder de salvarnos eternamente».

En el altar presidió el encuentro una estatua de la Virgen de Fátima y una imagen de Carmen Hernández, co-iniciadora junto a Kiko Argüello del Camino Neocatecumenal a la que se recordó especialmente.