Unidos contra el descalabro - Alfa y Omega

Unidos contra el descalabro

Los datos del Informe PISA, presentado el pasado martes, vuelven a mostrar el pésimo estado de salud de nuestra escuela: estamos a la cola de la OCDE en Matemáticas, Lectura y Ciencias, con abismales diferencias entre las Comunidades Autónomas. La comunidad educativa denuncia, sin embargo, que «los políticos se están demostrando incapaces de aparcar sus prejuicios ideológicos para buscar puntos en los que todos estamos de acuerdo para mejorar este desastre», y padres y profesores se están moviendo al margen del Ministerio para proponer -y exigir-, como sociedad civil, mejoras educativas

José Antonio Méndez

Al hablar de nuestro sistema educativo, la noticia es que ya no hay noticia, o, al menos, que la noticia cada vez aporta menos novedades: el último Informe PISA, publicado el pasado martes con datos de 2012, vuelve a ponernos a la cola de la OCDE en Matemáticas, comprensión lectora y Ciencias. O sea, igual que en 2003, 2006 y 2009. Así, nuestros alumnos de 15 años ocupan el puesto 25 de los 34 países de la OCDE, y aunque hay ligeras variaciones positivas con respecto a otros años, el informe reconoce que nuestra escuela no sólo está estancada, sino que, además, «la equidad en los resultados educativos ha empeorado». Es decir, que la brecha socioeconómica se amplía, dando la razón a los más críticos con el sistema LOGSE, que sostienen que nuestro modelo castiga a las familias con menos recursos y menor nivel cultural, que ni pueden pagar clases particulares, ni están preparadas para ayudar a los hijos con los estudios. Además, las diferencias de nivel entre Comunidades Autónomas inflige a los alumnos una herida abismal: los estudiantes de 15 años de Andalucía, Baleares, Murcia y Extremadura tienen un nivel equivalente a un curso y medio de retraso con respecto a los de Navarra, Castilla y León o Madrid.

En este escenario, la nueva Ley de Educación parece necesaria, sin embargo, ni las asociaciones de padres ni los sindicatos profesionales reconocen en la LOMCE un cauce eficaz para mejorar de verdad nuestra enseñanza. Por eso, como explica don Luis Carbonel, Presidente de CONCAPA, «dado que los políticos se están demostrado incapaces de aparcar sus prejuicios ideológicos para buscar los puntos en los que todos estamos de acuerdo para mejorar este desastre», las entidades vinculadas a la enseñanza se están moviendo para, entre ellas, «buscar puntos de encuentro y poder exigir al Gobierno, sea del partido que sea, que se centren en lo educativo y no en su ideología». De hecho, y como primer paso, CONCAPA -asociación mayoritaria en la escuela concertada- ya firmó, el pasado septiembre, una petición junto a CEAPA -mayoritaria en la escuela pública- para reclamar la gratuidad de los libros de texto y el mantenimiento de las becas.

Unión profesional, no sindical

Según ha podido saber Alfa y Omega, los principales sindicatos profesionales de la docencia también están empezando a buscar puntos de acuerdo para presentarlos ante el Ministerio en la negociación del Estatuto Docente, a fin de que el Gobierno no pueda desoír las peticiones en las que la mayoría de asociaciones de profesores coinciden. Es decir, que los sindicatos no pretenden presentar un documento único y conjunto, pero sí dejar claro al Gobierno que los profesionales del sector están por encima de disputas partidistas y tienen clara la hoja de ruta básica para alcanzar un pacto docente. Sobre todo, porque aunque el Estatuto fue una de las propuestas estrella del Gobierno, de momento, el Ministerio sólo ha pasado a los sindicatos un primer documento, que no es sino un borrador elaborado en 2007 por el Ejecutivo del PSOE.

Y todo, para evitar que la inoperancia política ahonde en el descalabro de nuestros niños y jóvenes.