Una veintena de teólogos preparan a puerta cerrada el documento base del Sínodo
El instrumentum laboris será publicado en los primeros diez días de julio, asegura el Vaticano
Una veintena de teólogos de varios países lleva reunida desde este martes en la sede de la Curia General de los jesuitas en Roma, a puerta cerrada, para trabajar en el instrumentum laboris, el documento que servirá para preparar la próxima Asamblea del Sínodo sobre la sinodalidad. La cita final de este gran proceso de escucha global que el Papa arrancó en 2022 se extenderá durante todo el mes octubre en el Vaticano.
Los teólogos, cuyas identidades no han sido comunicadas por el Vaticano, son expertos en diversas disciplinas como dogmática, eclesiología, teología pastoral o derecho canónico. Hasta el próximo 14 de junio reflexionarán sobre algunos de los puntos de este documento, que guiará el próximo encuentro. El proceso de redacción del texto contará con dos etapas. En la primera, tras ser identificada «la estructura del futuro documento mediante la articulación del material recibido de los teólogos», el Consejo Ordinario del Sínodo realizará un primer discernimiento de lo redactado. Después seguirá una segunda fase de «redacción del documento propiamente dicho». La complementará un sistema de verificación a través del que el Consejo Ordinario del Sínodo aprobará el texto que después será sometido al escrutinio final del Papa.
Según ha anunciado la oficina de prensa del Sínodo, la publicación del instrumentum laboris está prevista en los primeros diez días de julio. Los teólogos trabajarán sobre las propuestas ya recabadas por parte de las distintas Iglesias locales a través de las conferencias episcopales, las Iglesias católicas orientales y las reuniones internacionales de conferencias episcopales. La Secretaría General del Sínodo también recibió las aportaciones de la USG-UISG, las dos Uniones de Superiores Generales de órdenes religiosas, tanto femeninas como masculinas, así como otros comentarios por parte de realidades internacionales, facultades universitarias, asociaciones de fieles o comunidades individuales y particulares. Otra fuente importante de reflexión serán los informes presentados por los párrocos en la sesión de trabajo de tres días de la reciente reunión de Párrocos por el Sínodo.
«Me impresiona especialmente ver la implicación de toda la comunidad eclesial en este largo proceso de discernimiento», ha afirmado el secretario general del Sínodo, el cardenal Mario Grech. «Además de las reflexiones surgidas del trabajo sobre el informe de síntesis de la primera sesión, el material recibido añade testimonios reales sobre cómo las Iglesias particulares no solo entienden la sinodalidad, sino que ya la están poniendo en práctica», ha añadido. «La Iglesia sinodal no es un sueño por realizar, sino ya una realidad viva que genera creatividad y nuevos modelos relacionales dentro de la misma comunidad local o entre diferentes iglesias o agrupaciones eclesiales».
En el informe de síntesis elaborado al final de la reunión de Roma de octubre del 2023, se dejó clara la necesidad de «garantizar que las mujeres puedan participar en los procesos de toma de decisiones y asumir funciones de responsabilidad en la atención pastoral y el ministerio»; una cuestión calificada de «urgente». Esa primera fase dio lugar a otro año de ronda de consultas locales y nacionales que desembocará en la reunión final prevista para el próximo mes de octubre.
En todo caso, a mediados de marzo el secretario general del Sínodo, el cardenal Mario Grech, explicó que el Papa había decidido que algunas de las cuestiones más controvertidas planteadas en la primera asamblea del Sínodo sobre la sinodalidad fueran examinadas por grupos de estudio que iban a trabajar más allá de la asamblea de octubre. El Papa pidió a los miembros de estos diez grupos de estudio que hicieran un informe preliminar para que pudieran entregarle un informe final sobre su trabajo en junio de 2025.