Una reforma al servicio de la evangelización - Alfa y Omega

Una reforma al servicio de la evangelización

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En la reciente solemnidad de san José, el Papa promulgó la constitución apostólica Praedicate Evangelium, con la que culmina su reforma de la Curia. El texto, que deroga la constitución Pastor Bonus firmada por san Juan Pablo II en 1988, entrará en vigor en Pentecostés, el 5 de junio, y promueve una administración vaticana más profesional y coordinada y menos clerical, con la vista siempre puesta en la evangelización.

Esta reforma se ha cocido a fuego lento y entronca con la preocupación de Francisco de llevar la alegría del Evangelio a todos los rincones, como ya dejó escrito en Evangelii gaudium. En línea con los últimos nombramientos y reorganizaciones realizados por el Pontífice, es una apuesta por contar con todas las consecuencias con los laicos —del mundo entero y también mujeres— y por avanzar en sinodalidad, descentralizando el poder sin romper la comunión. Además, como no podía ser de otra manera, aparecen acentos de estos años como el control económico, la lucha contra los abusos o la preocupación por los descartados. Se trata de que la Iglesia gane agilidad y aproveche su capilaridad para hacer presente a Jesucristo en un mundo sediento de sentido.

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