Una mesa compartida con los pobres «para que no sean invisibles a nuestros ojos»  - Alfa y Omega

Una mesa compartida con los pobres «para que no sean invisibles a nuestros ojos» 

El Papa Francisco ha puesto el broche a esta Jornada Mundial de los Pobres con un almuerzo con 1.300 personas en el Aula Pablo VI del Vaticano

Ester Medina
Francisco bendice el almuerzo compartido este domingo en el Vaticano. Foto: Vatican News.

Después de la celebración de la Eucaristía de este domingo, el Papa Francisco ha continuado con la Jornada Mundial de los Pobres con un almuerzo en el Aula Pablo VI donde han participado cerca de 1.300 personas del Vaticano especialmente en situación de vulnerabilidad provenientes de toda Roma.  

El Santo Padre, acompañado por el cardenal Konrad Krajewski, prefecto del Dicasterio para el Servicio de la Caridad, ha expresado su gratitud a las muchas manos solidarias que han hecho posible esta jornada, así como a todos aquellos que, en todo el mundo, en las diócesis y parroquias locales promueven iniciativas de solidaridad con los más necesitados. 

Rosario Valastro es presidenta de una asociación que distribuye diariamente productos y paquetes de alimentos para ayudar a las personas sin hogar. También presente en el almuerzo, ha destacado la importancia de estos gestos sencillos pero llenos de cercanía a los pobres: «Que su vida al margen de la sociedad, en soledad, no los haga invisibles a nuestros ojos, ni les anule su dignidad humana». 

El Santo Padre no ha dudado en atender a los más pequeños durante la comida compartida. Foto: Vatican News.

Además, la comida compartida ha contado con el apoyo de la Cruz Roja Italiana, que no solo ha provisto los alimentos sino también el servicio, con la ayuda de 340 voluntarios. El almuerzo ha estado compuesto por un menú de lasaña con verduras, pastel de carne relleno de espinacas y queso, puré de papas, fruta y postre. Al finalizar, se ha entregado a cada persona una mochila ofrecida por los Padres Vicencianos con diferentes alimentos y productos de higiene personal. 

Esta mesa compartida ha tenido lugar en la misma sala donde hace apenas unas semanas se dialogaba sobre el Sínodo de la Sinodalidad puesto en marcha por el Pontífice. Durante este encuentro dedicado a los pobres, Francisco ha tenido la oportunidad de charlar con algunos de los presentes, escuchar sus historias y repartir golosinas entre los más pequeños que se le acercaban.