Una Marcha por la Vida con temperaturas bajo cero en EE. UU.
El movimiento provida estadounidense celebra las legislaciones estatales más restrictivas y mira con expectación las elecciones presidenciales de noviembre
Miles de personas desfilaron el pasado viernes a -1 ºC por las calles de Washington, D. C., con motivo de la Marcha por la Vida (March for Life) que desde hace 51 años convocan varias asociaciones provida estadounidenses. La realizan el viernes más cercano al 22 de enero, fecha en la que la Corte Suprema legalizó el aborto en todo el país mediante la sentencia del caso Roe contra Wade en 1973. Esta de 2024 ha sido la segunda edición del evento que se celebra tras otra sentencia fundamental, pero de signo opuesto: la del caso Dobbs contra Jackson Women’s Health Organization. En 2022, la Corte Suprema reconoció que la Constitución de los Estados Unidos no contempla el aborto como un derecho, anulando de facto la sentencia Roe contra Wade. Asimismo, el fallo devolvió a los estados la potestad de legislar sobre el aborto. Desde entonces, al menos 18 han modificado sus legislaciones en un sentido más restrictivo respecto a la posibilidad de abortar.
Dos años después, el movimiento provida en Estados Unidos sigue celebrando esta conquista, que ha permitido una mayor protección de la vida del no nacido, al tiempo que invita a seguir avanzando en este sentido. Es lo que destacó en esta edición el obispo Michael Burbidge, presidente del comité provida de la Conferencia Episcopal Estadounidense, durante su intervención en Washington. «El mensaje clave de este año es que nuestro trabajo no ha terminado», aseguraba el prelado durante la vigilia previa al desfile por las calles de la capital. La Marcha por la Vida contó con menos asistentes que en otras ediciones debido principalmente al clima, ya que el hielo y la nieve impidieron muchos desplazamientos desde otras zonas del país.
El viernes, bajo el lema Por cada mujer, por cada niño, los participantes recorrieron Washington D. C. hasta llegar al Capitolio y la Corte Suprema. Allí, pese a las temperaturas bajo cero, distintos oradores hablaron, entre otras cosas, sobre los desafíos para el movimiento provida en Estados Unidos de cara a las próximas elecciones presidenciales previstas para el 5 de noviembre.
También abordaron cuestiones como el acompañamiento a las madres en situación de vulnerabilidad y la necesidad de seguir avanzando legalmente en la protección de la vida. La sentencia del caso Dobbs ha supuesto una victoria, pero consideran que la lucha contra el aborto no puede dormirse en los laureles. Estas organizaciones cifran en más de 900.000 los abortos que se practican anualmente en el país. Estiman que las nuevas legislaciones estatales podrán suponer 200.000 abortos menos cada año.