Una lata de sardinas hecha barca: el regalo de los presos españoles al Papa
Francisco envía su saludo a todos los internos en las cárceles españolas a través de Florencio Roselló, director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la CEE, que le llevó la pieza
Florencio Roselló aprovechó la audiencia que al Papa Francisco concedió el 6 de mayo a los mercedarios, que se encontraban en Roma celebrando su capítulo general, para llevar al Pontífice la vida de los presos que albergan las cárceles españolas y en las que la Iglesia desarrolla una importante labor. Además de miembro de la Orden de la Merced, es el director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE).
Y llevó el saludo de esta periferia –muy querida por Francisco, pues suele celebrar el Jueves Santo en la prisión– con una pequeña obra de arte realizada con material reciclado por un interno en la prisión de Castellón I. Se trata de una pequeña barca con todo tipo de detalles y que surgió de una lata de sardinas, un palo de helado, el tapón de una botella, pajitas de zumo o palillos, entre otros desechos.
Esta creación y otras las realizan con el apoyo del equipo de docentes de la cárcel, que, cada año desde hace doce, organizan un concurso de objetos realizados con material reciclado. Antes se les proveía de los materiales, ahora son ellos los que tienen que recogerlos.
«Cuando le expliqué al Papa todo esto, me preguntó que dónde estaban las sardinas, a lo que respondí, siguiendo su humor, que se las habían comido. También le dije que el Jueves Santo también lavé los pies a internos. Pero a 44, pues tuve que presidir varias celebraciones por la pandemia», comparte en conversación con Alfa y Omega el sacerdote mercedario.
El Papa respondió con una sonrisa y con el deseo de que su saludo fuese transmitido a todos los presos. No se olvidó del habitual «recen por mí». El director de Pastoral Penitenciaria de la CEE ya ha trasladado todo esto a los capellanes para que, a su vez, lo compartan en las comunidades de las distintas cárceles.
Una pieza más en la colección papal
No es la primera vez que Roselló entrega al Papa una de estas piezas elaboradas por internos en la cárcel de Castellón, donde ejerce como capellán. En noviembre de 2019, con motivo de un encuentro de responsables de Pastoral Penitenciaria, le llevó una moto. Meses antes, en abril de ese año, Eva Fernández, corresponsal de COPE y colaboradora de Alfa y Omega, entregó al Pontífice durante su viaje apostólico a Marruecos una botella de plástico con un barquito dentro y un mensaje de una interna.
El responsable de Pastoral Penitenciaria en España también transmitió al Pontífice que en las cárceles españolas se está trabajando el tema del proceso sinodal, en el que participaron 15 centros y 600 internos. «Hay respuestas muy buenas», confiesa.