Una FP orientada al mundo laboral

En España, la mitad de los jóvenes de 15 a 24 años no tiene trabajo. Una de las causas de este problema es el elevado índice de abandono escolar: uno de cada tres abandona los estudios antes de acabar la Secundaria.

El promedio europeo de fracaso escolar afecta a uno de cada cinco jóvenes, según el estudio anual de la UNESCO Educación para todos. Los autores del informe subrayan la conveniencia de fomentar las prácticas y pasantías en empresas. De este modo, puede hacerse «más atractivo para los jóvenes seguir estudiando», y se beneficia a los empleadores, «pues los jóvenes se incorporan al mercado laboral con capacidades y experiencia adecuadas».

Para favorecer la empleabilidad de los jóvenes, es importante dar un mayor atractivo a la formación profesional. Mientras que en Austria y Alemania el 71 % y el 60 %, respectivamente, de los jóvenes de 15-19 años eligen los estudios profesionales, en España sólo el 44 % escoge ese camino.

El Gobierno español acaba de aprobar un Real Decreto que establece las bases de una formación profesional (FP) dual, a imitación del modelo alemán. Los alumnos de la FP dual pasarán al menos un tercio del tiempo de formación en empresas. Los centros de formación y las compañías firmarán convenios de colaboración, bajo la supervisión de las Consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas. Unas quinientas empresas ya se han mostrado dispuestas a participar en este nuevo modelo de FP.

Alemania y Austria

Alemania ha logrado mantener un nivel de desempleo juvenil del 8 %, tasa mucho más baja que en Reino Unido (21 %), Francia (23 %), Italia (35 %) o España (52 %). El modelo alemán de FP dual combina la formación de los jóvenes como aprendices en empresas, con clases especializadas y materias más generales. Está abierto a los estudiantes que han terminado con 15 años el primer ciclo de Secundaria; y el período formativo dura de dos a tres años y medio. El 57 % de los jóvenes alemanes que terminan la FP dual son contratados inmediatamente por las empresas donde han trabajado como aprendices. Durante sus prácticas, las compañías consideran a los jóvenes como empleados, y les pagan un tercio del salario de un trabajador cualificado. Los estudiantes pueden elegir entre 340 ocupaciones: desde peluquería y reparación de vehículos hasta sectores como el de los seguros o los servicios financieros.

En Austria, la formación profesional dual también está muy orientada a la práctica, y se lleva a cabo en la empresa y la escuela profesional. Tradicionalmente, los jóvenes austriacos que la cursan trabajan en PYMES del comercio, la industria o el turismo. Esta FP dura entre dos y cuatro años.

Suiza y Japón

Con una tasa de paro juvenil del 8,3 %, Suiza cuenta con un modelo parecido al alemán, pero basado en tres pilares formativos: la fábrica o lugar de trabajo durante tres o cuatro días a la semana; el centro de formación profesional uno o dos días por semana; y un centro especial o taller donde se imparten cursos de iniciación, generalmente durante tres meses.

Al igual que Suiza, Japón tiene una larga historia en la formación de aprendices. En el sistema japonés también participan los centros educativos y empresas, facilitando unos y otras el acceso de los graduados al mercado laboral. Los centros educativos juegan un papel importante en el proceso de selección, recomendando a los estudiantes para puestos concretos de aprendiz. Esto supone un incentivo para que los jóvenes menos estudiosos se esfuercen más por lograr mejores calificaciones, y aumentar así sus posibilidades de ser recomendado para trabajar en empresas de prestigio.