La Fundación Barrié, que honra la memoria de sus fundadores trabajando por el desarrollo social, cultural y económico de Galicia, ha creado una app que permite apreciar la restauración del Pórtico de la Gloria, ejecutada entre 2006 y 2018, y admirarla en todo su esplendor policromado.
Desde hace más de 1.000 años —el rey Alfonso II peregrinó desde Oviedo a visitar la tumba de Jacobo en el año 825— los pasos de millones de caminantes se han dirigido a Santiago de Compostela. No hay gran ciudad europea que no tenga su iglesia consagrada al apóstol cuya tumba se halló en Galicia siendo Teodomiro obispo de Iría Flavia. Las luces indicaban el lugar, el «campo de las estrellas», que terminaría dando el nombre universal de Compostela. Recuerdo un paseo vespertino por Bamberg en que los pasos me llevaron hasta una iglesia en cuya portada estaba el santo del bordón y la concha con un mapa que indicaba cómo llegar, desde Franconia hasta Santiago.
Es sabido que quien va a Roma es romero, quien se dirige a Jerusalén es palmero y es peregrino quien toma la ruta jacobea. Por supuesto, no es solo un camino físico. Es, sobre todo, un camino espiritual. Al final, también Santiago seguía al Camino, a la Verdad y la Vida y no hay viaje como ese. Quien busca al apóstol, va en pos —lo sepa o no— de Aquel que lo llamó y a quien siguió «al instante, dejando la barca y a su padre».
Al final de nuestro camino nos espera la Gloria, que en Compostela atisbamos ante este pórtico cuya foto vemos en esta página. Ahora, gracias a la tecnología, podemos contemplar el reflejo lejano que el Maestro Mateo esculpió para que los fieles y los peregrinos vislumbrasen a qué estaban llamados. Al peregrino lo reciben, pues, los apóstoles y los profetas, los evangelistas y los santos presididos por Cristo resucitado cuya Gloria celebra toda la Jerusalén celeste al son de la música de los 24 ancianos del Apocalipsis.
Como recordó en 2004 el Consejo Pontificio de la Cultura, «la experiencia simple del encuentro con la belleza que suscita admiración, puede abrir el camino a la búsqueda de Dios y disponer el corazón y la mente al encuentro con Cristo, Belleza de la santidad encarnada, ofrecida por Dios a los hombres paras su salvación». Esta feliz app, pues, nos acerca a este pórtico deslumbrante que, como la música de Bach o la pintura de Fra Angelico, nos lleva a concluir, al igual que hizo Joseph Ratzinger escuchando una de las Cantatas del maestro de Eisenach, que «es verdadera la fe tan fuerte, y la belleza que expresa irresistiblemente la presencia de la verdad de Dios».
El año que viene es jacobeo. Vayan preparando las botas, las mochilas, los sacos de dormir pero, sobre todo, tomen sus Biblias, sus rosarios y sus cancioneros. Vayan entrenándose. Estudien los caminos y los albergues. Busquen grupos si no quieren ir solos. Encomiéndense a María, que nuestra vida es un peregrinar «por este valle de lágrimas» aliviado por visiones felices y consoladoras como la del Monte del Gozo. Visiten la tumba de apóstol Santiago, patrono de España.
Y descárguense esta app para la llegada al Obradoiro, para cruzar el umbral de la gloria que anticipa y refleja lejanamente la Gloria de verdad, la que todos esperamos.