Un tercio de los jóvenes considera que vender imágenes eróticas es una ocupación legítima
Uno de cada siete jóvenes conoce a alguien que vendió imágenes eróticas siendo menor y gana peso entre ellos el argumento de que es «iniciativa propia»
Save the Children advierte en un nuevo estudio de que la autoexposición sexual digital —niños y adolescentes que producen contenido sexual a cambio de algún beneficio— se está normalizando entre la juventud hasta el punto de que un 32,3 % considera legítimo ganar dinero así. La organización lo define sin matices: es explotación sexual, incluso cuando parezca que «la iniciativa» parte del menor.
El informe, titulado La trampa de la autoexposición: nuevas dinámicas de explotación sexual en el entorno digital, complementa el anterior, Redes que atrapan, y se reitera en lo mismo: detrás de esta supuesta voluntariedad hay presiones, desigualdades y relaciones de poder que hacen imposible cualquier consentimiento válido. La encuesta, realizada a más de 1.000 jóvenes, revela que el 2,5 % recibió compensaciones económicas, regalos o favores a cambio de material sexual siendo menores. Es decir, uno de cada 40 ha sufrido explotación sexual digital antes de los 18. Además, un 14,4 % conoce a alguien en esa situación. «No son casos aislados», advierte Catalina Perazzo, directora de Influencia y Desarrollo Territorial. «Se está extendiendo y normalizando».
Falsas «empoderadas» ellas, falsos «mentores» ellos
Save the Children sitúa el foco en la arquitectura del mercado digital. Plataformas como OnlyFans o las webs de sugar dating —citas entre hombres mayores con dinero y chicas jóvenes— se venden como espacios de autonomía, emprendimiento o empoderamiento, pero reproducen lógicas de pornografía y prostitución. La investigación muestra el impacto directo de la publicidad segmentada: más del 45 % de los chicos y el 49,3 % de las chicas vieron, siendo menores, anuncios que presentaban el sugar dating como algo atractivo. El resultado es un desplazamiento de la percepción: más del 71 % de los jóvenes no identifican la venta de contenido sexual como explotación. Entre ellos, los chicos superan el 75 %.

La organización detalla cómo estas plataformas refinan mensajes diferenciados por género. A las chicas se les ofrece el relato del ascenso social a través de la sexualización de su propio cuerpo. España es ya el quinto país con más creadoras en OnlyFans. A los chicos, en cambio, se les interpela como consumidores o como «mentores», una figura que Save the Children equipara al proxenetismo digital. Esta narrativa cala: casi el 30% de los jóvenes cree que quienes producen este contenido «ganan mucho dinero».
Puerta de entrada a la prostitución
La realidad es otra: la Guardia Civil y la Policía Nacional identifican estas plataformas como puerta de entrada a la prostitución, la trata y la extorsión. Pese a estar restringidas a adultos, los menores sortean fácilmente los controles. Un 21 % de los encuestados conoce a alguien de su entorno que las usa o consideraría usarlas para obtener ingresos.

La desigualdad de género es profunda: el 97 % de las creadoras de OnlyFans tienen entre 18 y 24 años; la audiencia es mayoritariamente masculina entre 25 y 44. Entre las víctimas de explotación sexual digital antes de la mayoría de edad, el 24 % tuvo contacto con su explotador a través de OnlyFans y el 36 % mediante webs de sugar dating.
Save the Children reclama medidas urgentes: verificación estricta de edad, prohibición de publicidad, control de contenidos y educación afectivo-sexual y digital obligatoria desde edades tempranas. El proyecto de Ley Orgánica de protección de personas menores en entornos digitales, ahora en tramitación, es —advierte la organización— una oportunidad para frenar un fenómeno que avanza rápido y que la juventud ya empieza a ver como normal.