Un regalo inútil - Alfa y Omega

Este año, en un momento de lucidez extrema, decidí pronunciar una gran boutade: «Voy a pedir a los Reyes Magos que me traigan algo que no sirva para nada. Algo inútil».

Y los Reyes Magos, como siempre, fueron fieles a mis deseos y acertaron de pleno. Me llegó el libro de un poeta, Jesús Montiel, que además escribe sobre lo cotidiano, sobre lo aparentemente inútil, sobre las pequeñas cosas. ¡Cuánto me conocen sus Majestades!

Lo que no se ve, de la Editorial Pre-Textos, es un libro maravilloso. Se lee de corrido, casi sin pestañear y denota fundamentalmente lo que es: un libro vivido. Son pequeños retazos, pequeños recuerdos del autor que, sin darnos cuenta, se van intercalando con nuestros propios recuerdos. Al leer a Jesús Montiel me voy al pasado. Y veo a mi abuela Máxima doblando las sábanas. Vuelvo a ser un niño con una bolsa de agua caliente en mis pies. Me despierto con el cantar de un gallo y rememoro el sonido de un grillo.

Pero también oteo el presente. Descubro a mis vecinos paseando a su gran perro. Y me veo llorando con el final de El árbol de la vida, de Terrence Malick. Miro a mis hijas con el corazón abierto: aprendo que «la normalidad de un niño es su familia». Y, sobre todo, veo la esperanza en el futuro. Un futuro que no está escrito. Me rescata de la incertidumbre y los miedos de la pandemia: «El desastre puede ser el nido de una vida amorosa». Me hace sentir la extraordinaria importancia de lo ordinario. Que la gracia actúa en lo pequeño. Solo que nosotros no queremos o, a veces, no podemos verlo.

Este es el secreto de Lo que no se ve. Que consigue que veas . Por eso es tan maravillosamente inútil. Es una vacuna contra la indiferencia, tan inútil que sus efectos duran meses, años. Ocurre algo: ves a un barrendero, al gato callejero que te mira fijamente o una flor que se marchita y… piensas en el libro. Y ya no te quitas de la cabeza algunas frases: «El amor se ríe del fin del mundo»; «la verdadera locura es convertir el corazón, la casa de la vida eterna, en un cajero automático», o «la armadura más resistente es la ternura».

Y entonces vuelvo a ser un niño y me doy cuenta de que es mejor no jugar con los Reyes Magos. Debo seguir portándome bien y dejar las bromas para otros menesteres. No hay nada más bello que la contemplación. Ver y admirar lo que no se ve.

Lo que no se ve
Autor:

Jesús Montiel

Editorial:

Pre-Textos

Año de publicación:

2020

Páginas:

72

Precio:

10,00 €