Un preso palestino liberado pide «no tomar el camino de la resistencia armada»
Mohammed Altoos fue detenido en 1985 cuando era miembro de Al Fatah. Estaba considerado el «decano de los presos palestinos». Partidarios de Hamás lo han criticado por «vendido»
Después del intercambio del pasado sábado entre Israel y Hamás, ya son 18 los rehenes liberados desde la entrada en vigor del alto el fuego el pasado 19 de enero. Por su parte, Tel Aviv ha puesto en libertad a 583 presos y detenidos palestinos. Por otro lado, según el acuerdo alcanzado a mediados del mes pasado gracias a la mediación de Catar, Egipto y Estados Unidos, este lunes deberían comenzar las conversaciones para la segunda fase del alto el fuego, prevista para dentro de tres semanas.

Uno de los liberados el 25 de enero junto con otros 200 prisioneros es Mohammed Altoos, considerado un «mártir en vida» y el «decano de los presos palestinos», después de haber pasado casi 40 años entre rejas. Sin embargo, a los pocos días, partidarios de Hamás empezaron a criticarlo por ser un «vendido». El motivo es una entrevista que concedió a la televisión emiratí Al Mashhad. En ella, afirmaba: «Exhorto a mis nietos a no tomar el camino de la resistencia armada. Si hubiera sabido que mi libertad habría llegado al precio de 60.000 vidas en Gaza, habría elegido permanecer en prisión».
Altoos fue capturado en octubre de 1985 a los 28 años de edad durante enfrentamientos entre el Ejército israelí y un comando de Al Fatah en Cisjordania. El vehículo en el que iba fue bombardeado por un caza israelí y murieron todos sus compañeros. Él quedó gravemente herido. Su familia lo dio por muerto hasta seis meses después, cuando descubrieron que había sobrevivido y estaba en prisión.
Ataque a su casa
Según la Sociedad de Presos Palestinos, un tribunal de Israel lo sentenció a varias cadenas perpetuas por estar afiliado a Al Fatah desde los 14 años y por su implicación en varias operaciones contra fuerzas israelíes. Desde entonces su nombre no había entrado en ninguno de los intercambios de presos acordados entre Tel Aviv y distintas facciones palestinas, como los de 2011 o 2014.
Durante las más de cuatro décadas que ha pasado en prisión, la casa de su familia cerca de Belén fue derruida por las autoridades israelíes en tres ocasiones. En 2015 murió su mujer, Amna, y ya desde antes del ataque terrorista del 7 de octubre sus hijos no tenían permitido visitarle en la cárcel.
De los presos liberados con él, 121 estaban condenados a cadena perpetua, y otros 79 a largas penas. Salieron de la cárcel con la condición de ser llevados a Egipto y permanecer exiliados allí.
Por otro lado el pasado jueves, en una puesta en libertad no programada, Hamás entregó a cinco migrantes tailandeses secuestrados mientras trabajaban en labores agrícolas. Entre ellos había uno cristiano, Watchara Sriaoun, de 32 años.