Un Papa muy «contento» anima en el ángelus a estar cerca de los enfermos
Primera aparición pública del Papa Francisco tras su intervención de colon hace una semana. El Santo Padre ha rezado el ángelus desde la décima planta del Policlínico Gemelli ante un buen número de personas
Muchos aplausos han acompañado a la primera aparición pública del Papa desde el domingo pasado, 4 de julio, cuando fue sometido a una cirugía de colon. Francisco se ha mantenido en pie los poco más de diez minutos de su alocución, con buen aspecto y muy sonriente –un poco debilitada la voz– ante las evidentes muestras de cariño y ánimo de la gente congregada en la explanada del hospital.
«Estoy contento de poder mantener la cita dominical del ángelus –han sido sus primeras palabras–. También aquí, desde el hospital Gemelli, les doy las gracias a todos. He sentido su cercanía y el apoyo de sus oraciones. Gracias de todo corazón». Junto al Papa había «algunos amigos», como se ha referido a los niños que lo acompañaban, también pacientes del hospital; unos menores que le han enviado vídeos y dibujos para animarlo estos días. «¿Por qué sufren los niños? Es una pregunta que toca el corazón», ha reconocido, para pedir a continuación que «recemos por todos los enfermos, especialmente por los que se encuentran en las condiciones más difíciles; que no se deje a nadie solo».
Sobre el Evangelio proclamado este domingo, 11 de julio, en el que Marcos cuenta cómo los Doce «ungían con aceite a muchos enfermos», el Pontífice lo ha referido al sacramento de la Unción de los enfermos, «que da consuelo al espíritu y al cuerpo». Pero «este aceite es también la escucha, la cercanía, la atención de quien cuida a la persona enferma». «Es como una caricia que hace que nos sintamos mejor». Tarde o temprano, ha evidenciado, «todos necesitamos esta unción y todos podemos dársela a alguien con una visita, con una llamada telefónica… Una mano tendida a quien necesita ayuda».
Agradecimiento a los sanitarios
Francisco no ha pasado por alto, tras su experiencia de estos días, «lo importante que es un buen servicio sanitario, accesible a todos, como el que hay en Italia y en otros países». Ha alentado a no perder «este bien tan precioso» y ha insistido en que «hay que dar el servicio; un servicio siempre gratuito». El Papa, como ya había trasladado en días pasados, ha reiterado su agradecimiento a todos los médicos y personal sanitario y hospitalario, y ha concluido su intervención antes del ángelus con un recuerdo a la Virgen: «Pidamos la intercesión de María, nuestra madre, salud de los enfermos».
Tras el rezo de la oración mariana, el Pontífice ha dedicado unas palabras al pueblo de Haití, al que ha asegurado haber tenido muy presente en sus oraciones en estos días para que «cese la espiral de la violencia y se construya un camino con un futuro de paz». «Me uno al llamado de los obispos del país a escoger la vida en interés de todos y cada uno», ha indicado.
En el domingo del mar, Francisco ha asegurado también rezar «por todos aquellos que tienen en el mar la fuente de trabajo y de sostén», y ha hecho un llamamiento a «cuidar la salud del mar y de los océanos». También este 11 de julio se celebra la fiesta de san Benito Abad, patrono de Europa; por eso, el Sucesor de Pedro ha concluido su intervención saludando a los benedictinos: «Que se mantengan fieles a sus valores fundacionales». «No se olviden de mí y de orar por mí», se ha despedido.