Un misionero salesiano es asesinado en República Democrática del Congo
Leopold Feyen, de 82 años, fue apuñalado el martes en su habitación. Llevaba 40 en el país y seguía activo trabajando en el huerto para alimentar a los niños del colegio de la parroquia
El misionero salesiano Leopold Feyen, de origen belga, fue asesinado el pasado martes en la República Democrática del Congo. El crimen tuvo lugar en la parroquia de María Auxiliadora que los salesianos tienen en el barrio de Abattoir, en el municipio de Masina, cerca de Kinsasa, la capital. En torno a las cinco de la tarde, una persona todavía sin identificar lo apuñaló mientras descansaba en su habitación.
Feyen, más conocido en el país africano como Koko Pol, llevaba en el Congo 40 de sus 82 años de vida. Ya no estaba al frente de la parroquia, pero estaba a disposición de sus hermanos y echaba una mano en lo que podía. «Acogía a jóvenes que estaban pasando por dificultades y hacía pequeños trabajos de jardinería», ha explicado al medio belga Kerk.net Ward Ceyssens, un diácono que había visitado a la comunidad hacía poco. También cultivaba el huerto de fruta y verdura con el que se alimenta a los alumnos de la escuela.
«La comunidad católica de Masina está profundamente conmocionada por la noticia de la muerte del padre Pol Feyen», ha afirmado la Fundación Don Bosco. Desde España, Misiones Salesianas ha mostrado «nuestra repulsa por el asesinato de nuestro hermano» y el pésame a la comunidad. Al mismo tiempo, ha expresado su deseo de que «pronto se puedan despejar las dudas sobre el hecho».
El asesinato de Leopold Feyen se produce cuatro años después de las muertes violentas de dos salesianos en África. En ese caso, ambos eran españoles y estaban destinados en Burkina Faso. El 15 de febrero de 2019, Antonio César Fernández Fernández murió después de recibir tres disparos durante un ataque yihadista a 40 kilómetros de la frontera sur del país. Estaba de regreso a su comunidad junto a otros dos religiosos tras celebrar en Lomé (Togo), la primera sesión del Capítulo Inspectorial de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona (AFO).
Tres meses después, el 17 de mayo del mismo año, un antiguo trabajador apuñaló al misionero Fernando Hernández en la obra salesiana de Bobo Dioulasso. El culpable era un antiguo cocinero que durante siete años había trabajado en el centro y que había sido despedido dos meses antes.