Un examen para ser buen cofrade - Alfa y Omega

Un examen para ser buen cofrade

Crece en España la inquietud por ofrecer una buena formación teológica a las hermandades. «¿Cómo vas a dar una catequesis en la calle si no tienes los fundamentos?», dicen los cofrades

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
La Santa Cruz Desnuda a su paso por las calles de Valladolid. Foto: Chema Concellón.

Más de 1.000 cofrades de toda Málaga se presentan este sábado a una prueba extraordinaria para ejercer algún cargo de responsabilidad en sus hermandades. Se trata de un elemento más en la formación que la diócesis quiere ofrecer a todos aquellos que, a lo largo del año, salen a la calle para portar un paso procesional y mostrar su devoción.

La idea surgió hace unos años por parte del obispo, Jesús Catalá, como un plan de formación paralelo al que ya ofrece la Escuela Diocesana de Teología San Manuel González. «Cada cofradía es la cara pública de la Iglesia y en Andalucía eso se nota muchísimo. Son un rostro visible de nuestra fe en la calle», afirma José Emilio Cabra, director de la escuela. «Es importante que todo cristiano tenga una buena formación, y si ejerce una responsabilidad, todavía más. Los cofrades no son cristianos de segunda; tienen los mismos derechos y responsabilidades a la hora de dar razón de su fe de manera coherente», añade.

Antonio Javier García ante el paso de la Cofradía de las Penas. Foto: José Llamas Iniesta.

La formación que están recibiendo los cofrades aborda la Palabra de Dios, eclesiología, sacramentos, moral, espiritualidad… y se basa, sobre todo, en el catecismo de la Iglesia católica. De este modo, «luego salen con sus pasos de una manera distinta. De hecho, cuando acaban esta formación dicen que deberían recibirla todos los hermanos, no solo los que tienen responsabilidades en sus cofradías», cuenta Cabra.

Uno de los miles de cofrades que ha pasado por esta escuela de teología es Antonio Javier García, que, durante 15 años, ha sido jefe de procesión cada Martes Santo con la Cofradía de las Penas de Málaga. «A mí me aportó mucho la formación —señala—. Hay cofrades que tienen una fe más ligada a los sentimientos que a la razón, pero los temas que vas viendo en la escuela te hacen cuestionarte muchas cosas. Es una riqueza enorme aprender más, y nos hace acompañar la fe y la razón, algo muy necesario».

Una gran oportunidad

La de Málaga no es la única iniciativa en España en este campo. Desde hace años, Javier Fresno, delegado para la Religiosidad Popular de Zamora y coordinador de los encuentros nacionales de cofradías, ofrece a los cofrades de toda España un plan de formación que en la pandemia cristalizó en la iniciativa virtual cursocofrade.es.

Fresno asegura que la formación de los agentes de religiosidad popular «es un reto precioso, porque este mundo tiene una capacidad de penetración en la sociedad impresionante. Es una gran oportunidad para ofrecer un encuentro con Cristo». Por eso, «no hay nada peor que no hacer nada», afirma, al mismo tiempo que destaca que, «por norma general, cuando un cofrade tiene ocasión de profundizar un poco más en su fe, al final acaba encantado».

Por su curso ha pasado, por ejemplo, Miguel Romón, de la Cofradía de la Santa Cruz Desnuda de Valladolid. «Para nosotros la formación es un pilar básico, y también un modo de aumentar los lazos entre nosotros, ya que la hermandad es nuestra máxima», cuenta.

Además, en su caso, su cofradía sale con una sencilla cruz después de los pasos de los mejores imagineros de la historia. «Eso rompe esquemas —dice Romón—, pero es el signo de todo cristiano, es nuestro icono y nuestra guía, nuestro modo de mostrar a Jesucristo». O como recuerda Antonio Javier García: «Nosotros damos una catequesis en la calle, pero ¿cómo vas a dar esa catequesis si tú no tienes los fundamentos para darla?».