Un cardenal y diez obispos franceses han sido procesados por abusos

La Justicia civil o la Iglesia han iniciado procedimientos contra once obispos franceses por abusos sexuales. El presidente de la Conferencia Episcopal Francesa (CEF), Eric de Moulins Beaufort, hizo público el dato el lunes en una rueda de prensa durante la 90º Asamblea Plenaria, que ha concluido este martes en Lourdes. El episcopado ha puesto en marcha nueve grupos de trabajo para abordar ese problema.

Uno de los obispos implicados es el obispo emérito de Burdeos, el cardenal Jean-Pierre Ricard. En un comunicado, reconoció que «hace 35 años, cuando era párroco, me comporté de manera reprobable con una joven de 14 años». En el texto pedía perdón públicamente y aseguraba que también se lo había pedido en privado a la víctima. «Mi comportamiento inevitablemente ha tenido consecuencias graves y duraderas para esta persona», reconocía. Asimismo, aseguraba que se retirará de sus funciones y estará disponible para las autoridades civiles y eclesiásticas».

Otro es Michel Santier, antiguo responsable de la diócesis de Créteil, a las afueras de París, al que el Vaticano impuso medidas disciplinarias en octubre del pasado año por «abusos espirituales con resultado de voyeurismo a dos hombres adultos». Los hechos sucedieron en la década de 1990 con dos jóvenes mayores de edad, siendo él sacerdote. Su abuso se vio agravado porque para realizarlo se aprovechó del sacramento de la Confesión. El silencio que se ha mantenido sobre su sanción provocó un gran enfado en las últimas semanas entre católicos y grupos de víctimas.

«Gran variedad»

Respecto al resto de investigados, Moulins-Beaufort precisó que la justicia civil o canónica inculpó a seis obispos. Dos eméritos están siendo investigados. Contra el último se ha presentado una denuncia, a la cual la Fiscalía no ha respondido, y la Santa Sede ha tomado medidas restrictivas. Existe una «gran diversidad de situaciones sobre los hechos cometidos o de los que les acusa», aseguró el presidente de la CEF.

Los nueve grupos de trabajo dedicados a los abusos sexuales estarán encabezados por Hervé Balladur, laico y director informático que «conoce bien el funcionamiento de la Iglesia» y que fue delegado sinodal de la diócesis de Créteil.

Hace un año, una comisión independiente estimó que unos 216.000 menores fueron víctimas de sacerdotes y religiosos en Francia entre 1950 y 2020 y acusó a la Iglesia de haber mirado para otro lado.