Un bilbaíno, nuevo obispo de Helsinki

En 2004 Raimo Goyarrola, sacerdote bilbaíno, se fue para Finlandia. Cuatro años después y en una entrevista en El Correo afirmaba encontrarse «completamente integrado» y para ello mostraba su secreto: «Intento comportarme como un auténtico finés para adaptarme».

Tanto se ha adaptado a la zona, que el Papa Francisco lo ha nombrado, en la mañana de este viernes, nuevo obispo de Helsinki. A primera vista puede ser un nombramiento curioso o extraño, pero realmente es un paso más en su servicio: Raimo Goyarrola ya estaba ejerciendo como vicario general de la diócesis, que llevaba desde 2019 sin obispo.

Goyarrola estudió la carrera de Medicina y sintió la llamada de Dios. Se ordenó sacerdote y comenzó su labor en la prelatura del Opus Dei. No fue destinado a Finlandia, sino que fue el mismo el que se ofreció para ocupar un puesto de la Obra en tierras nórdicas; una región que define como «muy interesante». «Soy el cura que ha celebrado Misa más al norte del planeta. ¡Deberían ponerme una medalla!», bromeaba en El Correo.

Raimo Goyarrola tuvo un distendido encuentro con el Papa Francisco tras el Congreso Internacional de Teología sobre Lutero y los sacramentos en el año 2017. Él mismo, tras el encuentro, se encargó de contar su experiencia: «Me preguntó que cómo había aprendido ese idioma tan enrevesado y difícil. Respondí que con mucha gracia de Dios y muchas, muchas, muchas horas de estudio».

Tuvieron varios momentos divertidos. El sacerdote bilbaíno le contó al Papa Francisco que antes de subir al cielo la última palabra que pronunció Jesús fue Finlandia: «Estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo (Finlandia)». El Papa se rio con la broma pero le corrigió: el final del mundo era Argentina. «Quedamos en que había dos finales del mundo: Argentina y Finlandia, uno en el sur y otro en el norte». En aquel momento el Papa le preguntó a Goyarrola por las dificultades y siguiendo con el tono distendido le contestó: «Siendo vasco, no siento dificultades».

La sede de Helsinki fue erigida inicialmente como vicariato apostólico el 8 de junio de 1920 y fue elevada a diócesis el 25 de febrero de 1955. Raimo Goyarrola será el pastor de los 14.000 católicos finlandeses, que representan el 0,2 % de la población de este país del norte de Europa.