Ucrania celebra la Navidad devastada por la guerra  - Alfa y Omega

Ucrania celebra la Navidad devastada por la guerra 

«El Papa me ha enviado a recorrer 3.000 kilómetros para compartir con vosotros la alegría de que Dios ha nacido, esperemos que ésta sea la última Navidad en guerra», ha asegurado el cardenal Krajewski, que ya se encuentra en el país

Ester Medina Rodríguez
El cardenal Konrad Krajewski en un encuentro este lunes con enfermos en la ciudad ucraniana de Fastiv. Foto: Vatican News.

El limosnero del Papa, el cardenal Konrad Krajewski, ya se encuentra en Ucrania con la misión de llevar el cariño y la cercanía del Santo Padre «a todos aquellos a quienes sufren las consecuencias del conflicto y también para entregar ayuda material», según informaba hace unos días la Oficina de Prensa del Vaticano. Junto al nuncio apostólico en Ucrania, Visvaldas Kulbokas, y tras un largo viaje, han llegado este martes a una zona de guerra donde celebrarán la Navidad.   

Como parte de esta visita, Krajewski, que también es prefecto del Dicasterio para la Caridad, entregará como regalo del Papa Francisco una ambulancia medicalizada y seis ecógrafos destinados especialmente a los hospitales que han sido bombardeados. «Debemos permanecer junto a estas personas, en nuestro lugar Jesús habría hecho lo mismo», ha asegurado el cardenal en declaraciones a Vatican News, confirmando que el Santo Padre le ha telefoneado personalmente para saber cómo iba el viaje, «porque sabemos que es una misión un poco peligrosa». 

Pero antes, Krajewski ha estado este lunes en la ciudad ucraniana de Fastiv, a 80 kilómetros al suroeste de Kiev, donde una multitud de niños con los coloridos trajes tradicionales representaron para el cardenal una obra teatral navideña que habían preparado llamada Hecha con el corazón. Entre muchos de ellos, había niños que se habían quedado huérfanos a causa de la guerra.  

Como parte de la visita a Fastiv, el limosnero también se acercó al centro social San Martín de Porres, dirigido por los padres dominicos, en el que viven muchos ancianos, y visitó a los enfermos partiendo pan blanco, «una costumbre para felicitar la Navidad». El centro, que funciona desde hace 19 años, cobija también a niños enfermos de familias desestructuradas, madres solteras y personas sin hogar. 

El limosnero del Papa bendice un comedor social. Foto: Vatican News.

Al final de la jornada, Krajewski inauguró un comedor social. «Un lugar de especial importancia para los pobres y los refugiados», según explicó. «Estas personas realmente no pueden permitirse nada, así que los dominicos junto con voluntarios, la mayoría procedentes de Polonia, han llevado a la creación de este comedor social».  

«El Papa me ha enviado a recorrer 3.000 kilómetros para compartir con vosotros la alegría de que Dios ha nacido, esperemos que ésta sea la última Navidad en guerra. La fe y la oración pueden mover montañas. Por eso, si confiamos en Dios, esta guerra absurda terminará», ha reflexionado el prelado, recordando que hoy también existen «milagros» de la gente que con generosidad «trae pan, arroz, pasta o carne» a las poblaciones más afectadas.