Tres jóvenes vascos crean una lupa inteligente capaz de convertir los textos en audio
El dispositivo facilita la lectura a personas con baja visión. «Nosotros no aspirábamos a hacer el mejor dispositivo a nivel tecnológico, sino el más útil para ellos», confiesa Eneko Calvo
Facultad de Negocios. Universidad de Mondragón. Los alumnos Uxue Mancisidor y Apurva San Juan se enfrentan al trabajo de fin de grado. En él deben superar el reto de idear y crear un producto o servicio útil a partir de la tecnología. Para ello, se alian —vía Linkedin— con Eneko Calvo, estudiante de informática de la Universidad del País Vasco, y entre los tres diseñan LUP, una lupa inteligente de bolsillo capaz de transformar cualquier texto en audio en cuestión de dos segundos. «El funcionamiento es muy sencillo. El dispositivo hace una foto, captura el texto, detecta el idioma y lo convierte en sonido. Y luego tiene también una lente de aumento para poder continuar utilizando el resto visual», explica Eneko Calvo a este periódico.
Con ambas funcionalidades, el aparato —en fase de producción— facilita la lectura a colectivos con baja visión o a niños con dislexia. «Hay quien, a lo mejor, ha sufrido una pérdida de visión y la lupa les puede ayudar en su día a día, leyendo las facturas o la carta de un restaurante», especifica Calvo, que junto a sus compañeros ha formalizado una empresa, en régimen de cooperativa, para poder llevar este producto al mercado.
Premio Fundación Mapfre
El invento, y sus desarrolladores, acaba de convertirse en uno de los ganadores de la sexta edición de los Premios Fundación Mapfre, una iniciativa cuyo objetivo es mejorar la vida de las personas mediante proyectos, y equipos emprendedores, que se transforman en propuestas de alto valor social.
El galardón cuenta con una dotación de 40.000 euros e integra a los ganadores en la Red Innova, un grupo de personas y empresas que intercambian conocimiento en el sector de la innovación social. «Todavía ni me lo creo. Estamos en una nube. Para nosotros ha sido una oportunidad increíble, por lo que supone de poder conocer a otros emprendedores y, sobre todo, por poder ayudar a la gente con nuestro invento», destaca el joven.
Labor social
Este mismo carácter social ha estado presente desde el inicio del proyecto. «Yo, particularmente, tengo varios familiares que han tenido algunos problemas de visión. No son nada grave, pero poder ayudarles en este sentido pues es muy importante para mí», confiesa el cofundador de LUP.
Asimismo, los emprendedores han estado en contacto permanente con distintas asociaciones locales que acompañan a personas con baja visión y/o con dislexia. «Nos han ayudado mucho a entender las necesidades de estas personas. De hecho, nosotros no aspirábamos a hacer el mejor dispositivo a nivel tecnológico, sino el más útil para ellos», concluye Eneko Calvo.