Tras las huellas de Javier - Alfa y Omega

Tras las huellas de Javier

Cincuenta kilómetros a pie. En la meta, el castillo donde nació san Francisco Javier. A las espaldas, setenta y dos años de tradición que, hasta el 1 de marzo, recoge El Corte Inglés de Pamplona, en colaboración con el Arzobispado, en la exposición fotográfica Las Javieradas de ayer y de hoy, 72 años caminando a Javier. Los próximos 4 y 10 de marzo, las fotos volverán a convertirse en vidas. ¿Por qué se mueven tantos pasos en esa dirección? En 1982, el Beato Juan Pablo II quiso peregrinar a Javier. Aquel día plasmó las claves de una peregrinación que, cada año, recibe caminantes de lugares más lejanos

Teresa Gutiérrez de Cabiedes
Foto: Diario de Noticias / Javier Bergasa.
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Tradición religiosa y popular:

Las Javieradas han constituido siempre un evento que aglutina a pueblos y familias. Es el alma Navarra, misionera y universal, la que se pone en marcha. El Papa peregrino lo expresó con estas hermosas palabras: «Quiero rendir homenaje al patrimonio de recios valores humanos y sólidas virtudes cristianas de las gentes de esta tierra; y expresar la profunda gratitud de la Santa Sede a la Iglesia en España por su magna obra de evangelización; obra a la que los hijos de Navarra han dado tan sobresaliente contribución».

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Alegría:
Foto: Diario de Navarra / Eduardo Buxens.

Dentro del marco de la Cuaresma, el sacrificio de un largo camino, el vía crucis final y tantas cruces que encabezan a grupos de caminantes… apuntan hacia el misterio de Cristo sufriente. Sin embargo, la presencia masiva de jóvenes genera un ambiente festivo, que también prefigura el gozo de la Pascua. Juan Pablo II compartió, desde Javier, la alegría expansiva del cristianismo: «Vosotros, queridos jóvenes, sois la esperanza de la Iglesia. ¿Amáis la coherencia encarnada y actualizada de vuestra fe? Cuando un católico toma conciencia de su fe, se hace misionero».

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Comunidad:
Foto: Archivo jesuítico / Padre Armendáriz.

Además de las dos peregrinaciones anuales más concurridas, han ido surgiendo otras más específicas: la Javierada sacerdotal, la escolar, la de los enfermos… El encuentro entre tantos hijos del pueblo de Dios subraya, por un lado, la diversidad de los grupos de fieles y, por otro, la común misión. Juan Pablo II acertó a expresarlo así: «Vuestra Javierada anual y la cita también anual de los nuevos misioneros de España para recibir el crucifijo, han hecho el Camino de Javier; donde vuestro encuentro con el santo misionero universal es abrazo de reconciliación, renovación pascual y compromiso de vida y de colaboración —también misionera— con Jesucristo».

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Peregrinación:
Foto: Diario de Navarra / Jorge Nagore.

Los kilómetros de marcha interpelan sobre el camino existencial. Juan Pablo II preguntaba: «¿Queréis un programa de vida que dé a ésta sentido pleno y llene vuestras más nobles aspiraciones? Aquí, joven como tantos de vosotros, Javier se abrió a los valores y encantos de la vida temporal, hasta que descubrió el misterio del supremo valor de la vida cristiana; y se hizo mensajero del amor y de la vida de Cristo entre sus hermanos de los grandes pueblos de Asia».