Tras Argentina, el Papa quiere visitar Papúa Nueva Guinea y baraja Australia

«Me queda Papúa Nueva Guinea», dijo el Papa una entrevista con Télam que la agencia de noticias publicó el 17 de octubre. Preguntado por los viajes que aún le gustaría hacer, aparte de mencionar esta isla y Argentina, país que ya anunció que le gustaría visitar en 2024 tras el periodo electoral, Francisco reveló que personas de su entorno le animan a, tras volver a su patria, «aterrizar en Melbourne y visitar Nueva Zelanda y Australia». Algo que el Pontífice no ve muy factible porque «sería un poco largo».

A sus 86 años, el Papa contó que le «llegan muchas invitaciones» para hacer sus viajes apostólicos. «Algunos se imponen por su propio peso, como el de Mongolia. Otros son más planeados. Dentro de Europa, por ejemplo, fue el viaje a Hungría», añadió. Explico que para hacer una visita «siempre tiene que haber una invitación» y le añade un componente personal: «La intuición del momento». «Cada decisión es original», presumió.

«Sin los conflictos no se va adelante»

En cuanto a los diferentes retos que atraviesa el mundo, entre otros la guerra, las migraciones y la polarización política, Francisco dijo: «La palabra crisis me gusta, no me gusta la palabra problema. La crisis tiene movimiento interno y de la crisis se sale para arriba». Opinó que ante los grandes desafíos son necesarias medidas valientes porque «de la crisis no se sale con enjuagues».

El Papa confesó que «las crisis son laberínticas» y que en el fondo, si el resultado es bueno, «me encanta cuando una persona, una familia, un país o una civilización entran en crisis porque si la resuelven bien crecen». «Es una sabiduría resolver los conflictos, sin los conflictos no se va adelante», añadió.

En cuanto a «las crisis políticas en Europa, hay muchísimas», Francisco preguntó retóricamente: «¿Qué hacemos? ¿Buscamos mesías que vengan a salvarnos desde fuera?». Y se respondió: «No, Mesías hubo solo uno que nos salvó, los demás son todos payasos de mesianismo».