Todos tenemos algo de responsabilidad

El cardenal arzobispo de Madrid, don Antonio María Rouco, en su alocución semanal, se refirió a las jóvenes fallecidas la semana pasada en el Madrid Arena. Subrayó el deber de orar por los difuntos —se hará en Madrid, de forma comunitaria, en la Vigilia de la Almudena, con los jóvenes—, y recordó que «la fórmula de la fiesta en la que participaban no era precisamente la de la verdadera alegría», por lo que pidió revisar «la conciencia personal y ciudadana», así como «las responsabilidades públicas y privadas, en los distintos ámbitos de las conductas personales, familiares, sociales, culturales y políticas», que beben de «los presupuestos ideológicos dominantes y del relativismo espiritual, moral y religioso» actual, y dejan a los jóvenes «solos e inermes ante los retos de la existencia». Como alternativa, pidió seguir en la línea de la verdadera alegría «de que gozaron los dos millones de jóvenes de la JMJ Madrid 2011», una fórmula que ahonda en la «extraordinaria riqueza y belleza que nacen de la luz de la fe en Jesucristo».