Todas las Iglesias de Jerusalén reclaman «el inmediato cese de la violencia»
Por el momento, las víctimas israelíes serían 600 y del lado palestino unas 370
Más de 1.000 personas han perecido en solo un día debido a la incursión y bombardeos de Hamás contra el sur de Israel y la consiguiente respuesta de parte de Tel Aviv. Por su parte, Hezbollah desde el Líbano también ha atacado el norte de Israel con artillería. «Nuestras pistolas y misiles están con vosotros», ha respondido Hashem Safieddine, uno de los jefes de Hezbollah durante una concentración en apoyo a Palestina.
Israel ha respondido a Hezbollah con bombas y ha prometido seguir haciéndolo. En una comparecencia de este domingo, el portavoz de la Israel Defense Forces, el general Daniel Hagari, ha asegurado que «quien nos ataque desde cualquier punto de Oriente Medio será repelido con otro ataque». «Hamás decapita como Isis. No vamos a olvidar», ha concluido el militar.
Israel cifra en unas 600 las víctimas del repentino ataque de Hamás mientras que en Gaza habrían muerto más de 370 personas bajo las bombas israelíes. Hay unos 100 rehenes en manos de Hamás que han sido trasladados a Gaza. Las autoridades israelíes temen que estén retenidos en edificios clave para Hamás y usados, por tanto, como escudos humanos.
En medio de una situación que puede precipitarse hacia un abismo más profundo en cuestión de horas, el Patriarca Latino de Jerusalén y los demás Jefes de las Iglesias cristianas han emitido un comunicado en el que piden «el inmediato cese de la violencia». «Imploramos a los líderes políticos y autoridades que establezcan un sincero diálogo y soluciones duraderas que promuevan la justicia, la paz y la reconciliación», señalan recordando además que el pueblo de estas tierras «ha soportado durante demasiado tiempo el peso del conflicto».
Escriben que, «como líderes espirituales, extendemos muestras manos a todos aquellos que sufren para el Todopoderoso consuele a los afligidos, dé fuerza a los cansados y sabiduría a los que gobiernan. Apelamos a la comunidad internacional para que redoble sus esfuerzos de mediación para obtener una paz duradera y justa para la Tierra Santa basada en la igualdad de derechos para todos y la legalidad internacional». Imploran el compromiso de todos para poner fin a la violencia y para que Tierra Santa «sea un faro de esperanza, paz y amor para todos».
Los líderes cristianos de Tierra Santa también condenan la violencia contra los civiles, todos los civiles, y recuerdan la importancia de respetar el Status Quo de los santos lugares.