Tener que suplir al Estado está pasando factura a la Iglesia en el Líbano

Tener que suplir al Estado está pasando factura a la Iglesia en el Líbano

Mientras los colegios públicos llevan años sin funcionar, los cristianos ven sus recursos cada vez más reducidos para salir adelante. El director de L’Oeuvre d’Orient pide la intervención de la comunidad internacional

María Martínez López
L'Oeuvre d'Orient Libano
Visita de la delegación de L’Oeuvre d’Orient al colegio Zarat al Ihsan, de Beirut. Foto: L’Oeuvre d’Orient.

No hace mucho, una mujer acudió a uno de los centros de ayuda de la Iglesia católica en el Líbano. Contó que estaba quemando los muebles para calentarse en una casa en la que «no puede cerrar las ventanas porque no tiene». Otras personas «vienen solo para llorar», lamentó el pasado jueves César Essayan, vicario apostólico para los católicos de rito latino. Essayan participó en una rueda de prensa con motivo de la visita al país de una delegación de L’Oeuvre d’Orient, organización francesa de apoyo a los cristianos de Oriente Medio.

El viaje se ha organizado para llamar la atención sobre la catastrófica situación que vive el país. No se trata únicamente, aseguraron los ponentes, de que el 90 % de la población viva por debajo del umbral de la pobreza mientras «en un día el dólar pasa de valer 100.000 a 140.000 libras», como relató el vicario. O de que se multipliquen las peticiones de asistencia psicológica y los suicidios. O de que «cada vez haya más muertes de personas intentando llegar en bote a Chipre o Grecia». Una situación en la que «no podemos hacer frente» a la presencia en el país de más de un millón de refugiados sirios.

«El Líbano se está desmoronando, lo vemos agonizar ante nuestros ojos», aseguró Marie-Antoinette Saadé, superiora de la Congregación Maronita de Hermanas de la Sagrada Familia. En todo el país, apuntó, «se encuentran conventos, escuelitas, dispensarios» que trabajan para todos, cristianos o no. Pero «sus recursos se reducen día a día».

Labor reducida

Vincent Gelot, director regional de L’Oeuvre d’Orient, explicó que «desde hace tres años el sistema de educación público no funciona, la mitad de los niños ni siquiera va al colegio». Sí funcionan los centros privados, mayoritariamente cristianos. Las distintas iglesias sostienen 320, que «están llevando el peso ante la ausencia del Estado». Esto supone una carga cada vez mayor para las congregaciones. En muchos casos L’Oeuvre d’Orient está asumiendo «las matrículas que los padres no pueden pagar, los sueldos de los profesores» y el combustible para los generadores ante la falta de suministro eléctrico.

Esta labor se lleva a cabo en colaboración con el Gobierno francés a través de un fondo común creado en 2020 para sostener los centros educativos francófonos en toda la región. En 2022,buena parte de sus cuatro millones de euros de presupuesto sirvieron para sostener 143 colegios libaneses, sobre todo de inspiración cristiana, y seis universidades.

Las residencias de ancianos, los centros para personas con discapacidad, los orfanatos y los hospitales están cubriendo también el vacío del Estado. Pero sus estructuras «no son adecuadas» para este desafío, reconoció Gelot. «Poco a poco están reduciendo su ámbito de acción», y muchos se enfrentan a la posibilidad de cerrar. «Ya no pueden llevar este peso». Esto está teniendo un impacto grave también en la «salud mental y espiritual» de nuestros socios. «Cada vez veo a más directores quemados, gente extraordinaria que carga con la miseria de la gente y están al límite».

Lo que mantiene al país en pie

«Las organizaciones católicas están encantadas de entrar en acción», aseguró el director de L’Oeuvre d’Orient, Pascal Gollnisch. Sin embargo, ni ellas ni ninguna organización internacional «puede sustituir al Estado. Corresponde a la comunidad internacional asumir sus responsabilidades para asegurar que se siga llevando adelante lo que el Estado libanés no puede hacer» por su cuenta. Si el país sucumbe, «será un desastre para todo Oriente Medio, y también afectará a Europa».

Aunque algunos mensajes recientes desde el Gobierno han subrayado la situación minoritaria de los cristianos, el vicario latino respondió que «nuestra vocación no depende de nuestro número o de nuestra fuerza, sino de nuestra fe». Y, de hecho, «los cristianos son el esqueleto que mantiene al Líbano en pie» a pesar de que «el Estado se ha desmoronado». Su labor, aunque humilde, «trae esperanza». Todo ello, a pesar de que «nos da mucho miedo el futuro».

En un sentido similar se pronunció la hermana Saadé: «Los religiosos se están aferrando desesperadamente a la esperanza, porque si se rinden todo el edificio de derrumbará». Y se despidió pidiendo oraciones «para que esta pequeña llama de esperanza no se extinga sino que siga continuando con la luz de Cristo».

Un retiro para desbloquear la elección de presidente

La falta de presidente y de «gobierno legítimo» en los últimos meses ha agravado la «situación caótica a todos los niveles» que vive el Líbano, aseguró durante la rueda de prensa de L’Oeuvre d’Orient César Essayan, vicario apostólico para los católicos de rito latino. La situación se prolonga desde el 31 de octubre de 2022, cuando finalizó el mandato de Michel Aoun. Desde entones se han sucedido, infructuosamente, once sesiones parlamentarias. «No parece que haya una solución cerca, es una vergüenza».

En esta situación, tampoco la Iglesia permanece de brazos cruzados. Recientemente, el patriarca maronita Bechara Boutros Raï elaboró una lista de una docena de posibles candidatos que consenso que podrían desbloquear la elección, informa L’Orient le Jour. Además, el pasado 19 de marzo convocó a los 64 parlamentarios cristianos a un retiro espiritual el próximo 5 de abril.

La delegación de L’Oeuvre d’Orient tuvo ocasión de encontrarse con el patriarca Raï y escuchar de su boca su propuesta. En la rueda de prensa, Gollnisch explicó que se tratará de un evento puramente espiritual, aunque «personalmente estoy seguro de que habrá conversaciones sobre política». Además, en su opinión dentro de la naturaleza espiritual de la convocatoria puede entrar también «pedirles que respeten su responsabilidad como parlamentarios».