«Tenemos que hacer una propuesta más explícita de la fe»
El asturiano Ángel Fernández Artime, rector mayor de los salesianos, vista España del 28 de abril al 14 de mayo. La congregación está consolidando un proceso de reestructuración de sus provincias para «responder con las mayores fuerzas posibles a los desafíos que nos estaba planteando la juventud, en un contexto de disminución de vocaciones», explica el provincial de la inspectoría Santiago el Mayor
Los salesianos en España se preparan para decir «¡Bienvenido a casa!» al décimo sucesor de san Juan Bosco y primero de origen español, el asturiano Ángel Fernández Artime. El rector mayor de los salesianos visitará las dos inspectorías de nuestro país del 28 de abril al 14 de mayo. Durante más de dos semanas, Fernández Artime visitará una pequeña representación de las 132 comunidades, 96 escuelas, y 99 parroquias y centros juveniles salesianos. Allí, se encontrará con los religiosos, los educadores, los jóvenes y los matrimonios vinculados a la Familia Salesiana, además de con autoridades eclesiásticas y civiles.
Se trata de una visita especialmente significativa, ya que se produce poco después de que los salesianos hayan culminado el proceso de reestructuración de sus provincias, propuesto en 2004 por el entonces rector mayor Pascual Chávez. Lo ha explicado este jueves, en una rueda de prensa, el responsable de la inspectoría de Santiago el Mayor, Juan Carlos Pérez Godoy. La unificación se llevó a cabo desde el convencimiento de que «el carisma salesiano sigue siendo actual», y con el objetivo de «responder con las mayores fuerzas posibles a los desafíos que nos estaba planteando la juventud, en un contexto de disminución de vocaciones» –en los tres últimos años, han entrado en el noviciado de Roma solo ocho jóvenes españoles–.
Entre 2006 y 2014, las siete inspectorías que había en España se fusionaron en dos: Santiago el Mayor, con sede en Madrid y que abarca la mitad norte del país y Castilla-La Mancha; y María Auxiliadora, que incluye el sur y levante peninsular, junto con Aragón y los archipiélagos, y tiene sede en Sevilla.
«Una experiencia de fraternidad y discernimiento»
Un momento muy importante de este proceso ha sido la celebración, en marzo, del primer capítulo inspectorial de Santiago el Mayor. «Ha sido una verdadera experiencia de fraternidad y discernimiento», ha asegurado Pérez Godoy. En él, además de 132 salesianos con derecho a voto, han participado 20 laicos. «La mayor riqueza que tenemos son las personas con las que contamos», como él mismo ha podido comprobar durante su primera visita canónica a todas las casas.
«Lo más importante para mí durante estos dos años» desde la unificación «ha sido generar una corriente de comunión entre las tres provincias originarias», en todo lo relativo a las formas concretas de trabajar. Su prioridad era «valorar todo lo que había de positivo y que nada se perdiera», mientras «íbamos haciendo opciones por lo que nos pareciera mejor».
«Toda la cultura vive una crisis vocacional»
El provincial de Santiago el Mayor está convencido de que «ahora mismo la Iglesia está viviendo un momento precioso», que «no se puede juzgar» solo en función de la falta de vocaciones. Él atribuye este fenómeno, sobre todo, a que «nuestra cultura como tal vive una crisis vocacional. Hoy la vida no se entiende como vocación», lo que hace difícil encontrar a gente dispuesta a adquirir cualquier tipo de compromisos de forma estable.
Frente a esta disminución de las vocaciones, que quizá en el pasado vivieron una inflación, Pérez Godoy ha destacado que «hoy estamos redescubriendo el laicado». Citó, como ejemplo, que la inspectoría María Auxiliadora tiene «doce colegios que están siendo llevados adelante por seglares, sin que haya comunidad salesiana. Y no puedo decir que sean menos salesianos que los otros».
Misión compartida con los laicos
Esta «misión compartida con los seglares» es una de las grandes líneas del proceso de renovación de los salesianos. «Nuestro carisma no depende solo de los salesianos de don Bosco, sino también de una gran cantidad de laicos identificados con él». No se trata «de que nosotros les cedamos nada», sino de compartir con ellos la misión, que también ellos han recibido en el bautismo, «y la espiritualidad salesiana».
El provincial ha explicado que la realidad eclesial con la que los cerca de mil salesianos españoles comparten una colaboración más directa son los 1.800 Salesianos Cooperadores, «un grupo con una gran vitalidad». Además, hay 60 asociaciones de antiguos alumnos, la asociación María Auxiliadora, los Voluntarios de Don Bosco…
«Intensificar la evangelización»
Otra gran apuesta de los salesianos es «intensificar la evangelización y la educación en la fe, que es precisamente de donde pueden surgir las vocaciones. No somos una agencia prestadora de servicios socioeducativos, hemos nacido para evangelizar al joven». Lejos del pesimismo, Pérez Godoy opina que «muchísimos jóvenes tienen en su corazón tienen un gran deseo de que su vida tenga sentido, de realizarse, de aportar. El secreto del educador y del evangelizador es ser capaz de acompañarlos en esa búsqueda» y «ayudarles a descubrir que no hay otro en quien puedan encontrar el camino de una vida plena más que Jesucristo».
En este sentido, ha reconocido que el hecho de que el único nuevo novicio de este año no haya salido de una casa de los salesianos «nos tiene que llevar a ser un poco humildes» y hacer autocrítica. Por ejemplo, cree que «tenemos que ser más propositivos, hacer una propuesta más explícita de la fe, del conocimiento de Jesucristo. A veces hemos sido un poco timoratos. Nos hemos conformado con que estén bien y se eduquen bien».
Atención especial a los jóvenes parados
Una cuarta prioridad es «una opción clara por los chicos más necesitados o en riesgo de exclusión», que incluye la acogida en pisos y casas a jóvenes tutelados por la administración y el acompañamiento durante su emancipación una vez alcanzada la mayoría de edad. Pero, sobre todo, proyectos de inserción laboral.
«Al menos en tres ocasiones, el Papa nos ha llamado a los salesianos a prestar una atención especial a los jóvenes parados». La congregación está llevando a cabo esta labor a través de 53 centros de formación profesional, en los que cada año se forman 25.000 jóvenes; y de la Asociación Salesiana de Tecnología e Innovación, reconocida como agencia de colocación por la Comunidad de Madrid. «El 70 % de los jóvenes que salen de nuestros centros de formación profesional encuentran trabajo, muchos en las mismas empresas donde han hecho prácticas».