Tarcisio Isao kikuchi: «Caritas Internationalis es el arma humanitaria del Vaticano» - Alfa y Omega

Tarcisio Isao kikuchi: «Caritas Internationalis es el arma humanitaria del Vaticano»

Será el segundo japonés en el colegio cardenalicio

Victoria Isabel Cardiel C.
Tarcisio Isao Kikuchi
Foto: Caritas Internationalis.

El arzobispo de Tokio (Japón), Tarcisio Isao Kikuchi, dirige desde mayo de 2023 Caritas Internationalis, que lo eligió presidente en la Asamblea General dedicada a la reforma que les había pedido el Papa. El nipón define esta organización como «el arma humanitaria del Vaticano». Su principal cometido, asegura, es «ayudar a las personas olvidadas por todos a recuperar la esperanza».

Por ello, defiende como «crucial» el trabajo de esta confederación de las Cáritas de más de 160 países en favor de los más desfavorecidos en un mundo con otras prioridades. «La situación política no es favorable en muchos países y el sector empresarial es demasiado lento a la hora de dar pasos positivos ante las crisis que vive el mundo». Isao Kikuchi fue misionero durante más de una década en Ghana «sin electricidad ni agua, pero con gente que estaba siempre contenta».

Para él los jóvenes son una luz entre los voluntarios de Cáritas. «Aunque no se consideren católicos, se sienten llamados a participar en actividades caritativas. Esto es también una manera de difundir el mensaje evangélico del amor», valora. 

El también presidente de la Conferencia Episcopal de Japón considera su nombramiento como cardenal como un gesto de cercanía del Papa a la exigua minoría católica de su país en un momento en el que «los sacerdotes están envejeciendo y muchas congregaciones religiosas luchan por la supervivencia». «Me sorprende que ahora seamos dos en el colegio cardenalicio», subraya refiriéndose al junto al cardenal Thomas Aquino Manyo Maeda, arzobispo de Osaka-Takamatsu. «Es un honor y un gran estímulo para nuestras actividades pastorales misioneras», manifiesta. Cita la «indiferencia» de la mayoría de los japoneses hacia la religión como un verdadero desafío. En una sociedad que «envejece rápidamente y tiene muy pocos hijos» los inmigrantes son además un pilar fundamental. «Entre ellos hay muchos católicos por lo que son una prioridad» para la Iglesia, señala.