Talitha Kum concluirá su segunda asamblea reconociendo a tres monjas que luchan contra la trata
El Papa ha encomiado la labor de Talitha Kum, que se ha convertido en una red capilar y global y, al mismo tiempo, también «bien arraigada en las Iglesias locales»
La imagen sonriente de santa Josefina Bakhita, que fue secuestrada a los 7 años y vendida varias veces como esclava, ha amparado el buen hacer de la segunda Asamblea General de Talitha Kum, la gran red de lucha contra la trata de seres humanos, que arrancó el pasado 18 de mayo. Pero la historia de esta sudanesa, que nació en el año 1869 y fue canonizada en el 2000 por Juan Pablo II, está impresa, sobre todo, en los corazones de todos los supervivientes de esta lacra que tiene muchas caras, como señala la hermana Abby Avelino, coordinadora internacional de Talitha Kum: «No solo la explotación sexual, sino también la migración forzosa debida al cambio climático y a la contaminación atmosférica. Y también el secuestro de niños, un fenómeno aún oculto».
Esta segunda asamblea en la que han participado cerca de 200 religiosas y delegadas llegadas de los cinco continentes ha servido, sobre todo, para definir las estrategias que adoptarán en los próximos cinco años para luchar contra la trata y la explotación en todas las partes del mundo.
Este es un año especial para Talitha Kum. Celebra su 15 aniversario y, además, ha fijado los objetivos de los próximos cinco años. Este jueves las religiosas se han reunido con el Papa, tras una Misa celebrada por el prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, el cardenal Michael Czerny, en la basílica de San Pedro.
En su discurso, el Papa ha asegurado que «la trata se ve reforzada por las guerras y los conflictos, que no miran a nadie a la cara». El Pontífice sabe bien que este crimen se beneficia de los efectos del cambio climático, de las desigualdades socioeconómicas, se aprovecha de la vulnerabilidad de las personas obligadas a emigrar y de la condición de desigualdad en la que se encuentran sobre todo las mujeres y las niñas. «La trata es una actividad que no respeta ni mira a nadie a la cara, garantizando grandes beneficios a personas sin escrúpulos morales. La trata evoluciona constantemente y siempre encuentra nuevas formas de desarrollarse, como ocurrió durante la pandemia», ha incidido. Por ello ha invitado a vencer esta plaga «con un enfoque sistemático a múltiples niveles».
Del mismo modo, Francisco ha asegurado que la trata de personas es un mal «sistémico» y, por lo tanto, ha asegurado que para eliminarlo hay que poner en juego «un enfoque sistemático a múltiples niveles».
El Papa ha encomiado así la labor de Talitha Kum que ha logrado ser una red capilar y global y, al mismo tiempo, también «bien arraigada en las Iglesias locales». «Se ha convertido en un punto de referencia para las víctimas, para sus familias, para las personas en situación de riesgo y para las comunidades más vulnerables. Además, sus llamamientos son una fuerte llamada a la responsabilidad de los gobiernos e instituciones nacionales y locales», ha remachado. Finalmente las ha exhortado a seguir llevando a cabo «acciones de prevención y tratamiento y tejiendo muchas relaciones valiosas, indispensables para combatir y derrotar la trata».
La segunda asamblea concluye esta tarde con la ceremonia de entrega del Premio Hermanas contra la Trata en el auditorio Augustinianum de Roma, en la que tres monjas serán galardonadas por su excepcional valentía, creatividad, cooperación y logros en la protección de sus comunidades contra la trata de seres humanos.