Somos más contra el odio en las redes
Los alumnos del colegio Salesianos Barakaldo se han sumado a 80.000 jóvenes para grabar vídeos y acabar con los abusos en internet. «Insultar es muy fácil escondidos detrás de una pantalla», explica la influencer Fir, del videoblog Ohh my Heaven
Hace un mes, Endika comenzó a recibir muchos insultos en Instagram. Como casi todos los que sufren acoso en internet, no lo denunció. Incluso «llegué a pensar que era mi culpa». Por suerte, «mi familia y mis amigos me ayudaron bastante». Pero lo que le pasó a este alumno del colegio Salesianos Barakaldo es cada vez más frecuente.
Fir recuerda que cuando ella iba al instituto «no había tanta maldad». Tiene 26 años y es la autora del videoblog Ohh my Heaven, en el que cuenta cosas de su vida diaria, incluido cómo vive su religión musulmana, y anima a la gente a mejorar. Mirando atrás, se alegra mucho de no haber tenido móvil, el primero sin redes sociales, hasta los 15 años.
Ahora, se queja, «insultar es muy fácil escondidos detrás de una pantalla y sin tener a la persona delante». Algunos piensan que es normal, y hasta «un juego», burlarse de los demás por cómo bailan en un vídeo, porque son ancianos, porque tienen la piel de otro color, por su religión o por vivir de una forma que a alguien no le gusta. Cosas así «pueden dejar problemas psicológicos, y algunas personas llegan a suicidarse».
A Fir y Endika los ha unido la campaña Somos más, en la que colaboran Google y YouTube, el Gobierno y la ONG salesiana Jóvenes y Desarrollo. En tres años, 80.000 adolescentes de 500 centros han aprendido sobre el odio en las redes y han hecho cientos de vídeos combatiéndolo. Fir es una de las influencers embajadoras del proyecto. Endika y dos amigas han sido finalistas de los premios que se entregaron la semana pasada entre 400 trabajos.
Respetar al diferente
En el Salesianos Barakaldo el profesor de Tecnología, David, incluyó la campaña en un tema para 3º y 4º de ESO. Luego hicieron 30 equipos para preparar los vídeos. Al de Endika, Lucía y Maider les pilló el confinamiento cuando estaban diseñando el suyo. Como «era muy difícil juntarnos, decidimos hacer una canción» grabando cada uno desde su casa, explica esta última. Luego «cada uno grabamos vídeos con nuestras frases y yo lo monté», añade Lucía. El resultado fue un vídeo animando a huir de los mensajes agresivos en redes y de quienes los lanzan. No han querido poner ejemplos «porque el problema es que haya abusos, no de qué tipo sean».
Un mensaje muy parecido al que lanzó Fir en su vídeo para la campaña, invitando a cambiar los comentarios negativos por «cosas bonitas». Para ella, la variedad de personas en nuestra sociedad es «preciosa». «Yo me puedo sentir identificada con otros y aprender de ellos porque todos somos humanos, aunque no tengan mi religión o mi cultura», explica. Además, que «la realidad de una persona no sea normal para mí o yo tenga unos valores diferentes no significa que nos podamos hacer daño».