«Sin la fe, todo se derrumba; y sin la oración, la fe se apaga» - Alfa y Omega

«Sin la fe, todo se derrumba; y sin la oración, la fe se apaga»

El Papa ha vuelto a dedicar la audiencia general a la oración porque «rezar y educar a rezar es una tarea esencial de la Iglesia»

Redacción
Foto: Vatican News

El Papa Francisco lleva varias semanas dedicando la audiencia general de los miércoles al tema de la oración. Hoy no ha sido una excepción y, además, ha explicado el por qué de tanta insistencia en el tema: «Sin la fe, todo se derrumba; y sin la oración, la fe se apaga. Fe y oración, juntas. No hay otro camino. Por esto la Iglesia, que es casa y escuela de comunión, es casa y escuela de fe y de oración».

De esta forma, «rezar y educar a rezar es una tarea esencial de la Iglesia». Se trata de «transmitir de generación en generación la lámpara de la fe con el aceite de la oración». «La lámpara de la fe que ilumina, que organiza las cosas realmente cómo son, pero que puede ir adelante solo con el aceite de la oración».

Y en esta tarea, la Iglesia cuenta con la labor fundamental de las familias. «Muchos de nosotros han aprendido a silabear las primeras oraciones estando sobre las rodillas de los padres o los abuelos» y «quizá custodiamos el recuerdo de la madre y del padre que nos enseñaban a recitar las oraciones antes de ir a dormir».

Maestros de oración

Posteriormente, el testigo de esta enseñanza lo asumen otros testigos y maestros de oración». Por ejemplo, las mujeres y los hombres santos, que «no tienen una vida más fácil» que los demás, «ellos también tienen sus problemas que afrontar», pero que han convertido «la oración» en «su fuerza». Suelen contar poco «a los ojos del mundo», pero «en realidad son los que lo sostienen, no con las armas del dinero y del poder, de los medios de comunicación, etc., sino con las armas de la oración».

Por otro lado, también florecen continuamente en la Iglesia comunidades y grupos dedicados a la oración, ha señalado el Pontífice. «Son comunidades de oración que irradian espiritualidad. Son pequeños oasis en los que se comparte una oración intensa y se construye día a día la comunión fraterna Son células vitales, no solo para el tejido eclesial sino para la sociedad misma».

Secar las fuentes

El demonio trata de hacer justo lo contrario. «Cuando quiere combatir la Iglesia, lo hace primero tratando de secar sus fuentes, impidiéndoles rezar». Pero «si cesa la oración, por un momento parece que todo pueda ir adelante como siempre, por inercia, pero poco después la Iglesia se da cuenta de haberse convertido en un envoltorio vacío, de haber perdido el eje de apoyo, de no poseer más la fuente del calor y del amor».

No hay que caer en la tentación, pues «la oración es la que abre la puerta al Espíritu Santo, que es quien inspira para ir adelante». Sin Él y «sin oración, los cambios en la Iglesia no son cambios de Iglesia, son cambios de grupo».

¿Rezo? ¿Cómo rezo?

Por todo lo anterior, el Santo Padre ha concluido la audiencia lanzando varias preguntas a todos los cristianos: «¿rezo? ¿Rezamos? ¿Cómo rezo? ¿Cómo los loros o rezo con el corazón? ¿Cómo rezo? ¿Rezo seguro de que estoy en la Iglesia y rezo con la Iglesia, o rezo un poco según mis ideas y hago que mis ideas se conviertan en oración?».