Sin excusas para limitar la libertad de culto - Alfa y Omega

Sin excusas para limitar la libertad de culto

Alfa y Omega

La semana pasada tanto el Papa Francisco como el Papa emérito Benedicto XVI recibieron la primera dosis de la vacuna contra la COVID-19. «Creo que éticamente todo el mundo tiene que vacunarse. Es una opción ética porque concierne a tu vida, pero también a la de los demás», había dicho unos días antes el Pontífice en una entrevista, después de llevar meses insistiendo en que haya «vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados».

Mientras la vacunación avanza a ritmo desigual, países como España afrontan nuevas olas de contagios. Las expectativas generadas por las vacunas, como hemos expuesto otras veces, no pueden llevar a confiarse ni a relajarse en el cumplimiento de las pautas sanitarias. Pero el aumento de contagios no puede ser tampoco una excusa de las autoridades para coartar derechos fundamentales sin control ni para limitar la libertad de culto, recogida en el artículo 16 de la Constitución. O acaso en estos tiempos, con prudencia y sin poner en riesgo la salud de nadie, ¿no es más necesario que nunca que los fieles acudamos a la Eucaristía, auténtica «fuente del amor y de la esperanza» en palabras de los obispos castellanoleoneses?