Simulacro de audiencia general en el Aula Pablo VI
En uno de sus salones, el Papa ha recibido a 70 personas del hospital Gemelli. Coincidiendo con la cita, el Vaticano ha difundido el texto de la catequesis, en la que Francisco ha afirmado que «sea cual sea el lugar en el que nos hayamos perdido, ¡Dios viene siempre a buscarnos!»
El Papa Francisco, que de nuevo ha cancelado su participación en la audiencia general de este miércoles, ha hecho sin embargo una especie de simulacro en uno de los salones del Aula Pablo VI, donde normalmente se celebra la audiencia general en el invierno.
Allí ha recibido a un nutrido grupo de personas procedentes del hospital Gemelli, donde estuvo ingresado recientemente durante 38 días. En total, han acudido a la cita 70 personas, entre gerentes y médicos, a quienes se han sumado miembros de la Universidad Católica y de la Dirección de Salud e Higiene de la Ciudad del Vaticano.
«Gracias por el servicio en el hospital, muy bueno, ¡sigan así!», les dijo el Pontífice en el sencillo acto, que duró 20 minutos. Gran parte de ese tiempo el Santo Padre se lo pasó saludando individualmente a cada una de las personas que se encontraban en la sala.
Catequesis de Francisco
Coincidiendo con este acto en el Aula Pablo VI, la Oficina de Prensa de la Santa Sede ha difundido el texto de la catequesis preparado por el Papa. A pesar de su convalecencia, Francisco no ha querido faltar a su cita semanal con los fieles y cuando no le ha sido posible acudir presencialmente, al menos ha preparado unas reflexiones para que la gente pueda meditar a partir de ellas.
En la de este miércoles se ha centrado en la parábola del hijo pródigo, que lanza, según el Santo Padre, un potente mensaje de amor y misericordia: «Sea cual sea el lugar en el que nos hayamos perdido, sea cual sea el modo en el que nos hayamos perdido, ¡Dios viene siempre a buscarnos!».
Para el Pontífice «este es el motivo de la verdadera esperanza», porque «sabemos que el Padre nos espera, nos ve desde lejos y siempre deja la puerta abierta». En este sentido, ha invitado a los fieles a identificarse con esta historia y a pedir la gracia de volver a casa, al amor del Padre, que no se cansa de esperar.
No obstante, aludiendo al hijo mayor de la parábola, ha advertido de que «es posible quedarse en casa, pero estar lejos del corazón del Padre».