Martínez-Almeida: «España es aconfesional. Las autoridades pueden colaborar con las confesiones religiosas»
El alcalde de Madrid ha participado en la entrega de los Premios CEU Ángel Herrera que reconocen, entre otros, al ex seleccionador nacional Vicente del Bosque
«Solo he querido cumplir con el mínimo compromiso social que creo que todos debemos tener», afirmó Vicente del Bosque durante la gala de entrega de los Premios CEU Ángel Herrera que cada año concede la Fundación CEU San Pablo.
Galardonado por su aportación en materia de ética y valores, Del Bosque reconoció que «no creo que me diferencie mucho de tanta gente». En este sentido, valoró la labor de «tantos profesores y entrenadores que constituyen tan buenos referentes para los jóvenes de hoy, porque dan de lo suyo sin esperar nada a cambio».
Tras la intervención del seleccionador de fútbol, el presidente de la Fundación San Pablo CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, destacó la labor de todos los premiados «por su magnífica labor día a día», algo que valoró también Javier Tello, director general de la fundación, por ser «ejemplos inspiradores de nuestra misión educativa, que consiguen no solo mejorar la sociedad, sino también hacernos desear ser mejores personas».
Los Premios CEU Ángel Herrera se crearon en 1997 con la intención de reconocer la labor social, docente e investigadora de personas y grupos pertenecientes a los diferentes centros del CEU. Junto a Vicente del Bosque, en la edición de este año han sido galardonados la Jornada Mundial de la Juventud, las Obras Misionales Pontificias, la Fundación Nemesio Diez, las periodistas María Ángeles Fernández y Rocío Ruiz, la influencer Irene Alonso, la Fundación Kirira y el proyecto Viva Makeni, el proveedor de soluciones tecnológicas La Ley, el banco BBVA y los alumni Diego García y Alejandro Oñoro.
«Si España fuera como Vicente del Bosque, sería mucho mejor», dijo al finalizar el acto el alcalde Madrid, José Luis Martínez-Almeida, quien quiso recordar la JMJ celebrada en la capital en el año 2011 y cómo «Benedicto XVI nos dejó un recuerdo imborrable de amor, misericordia y afecto».
En este sentido, el alcalde de Madrid recordó que «España no es un estado laico, sino aconfesional, en el que las autoridades pueden colaborar activamente con las diferentes confesiones religiosas», porque la religión es «el elemento más asentado en las conciencias de los españoles».