Obispo de Járkov: «Si debo dejar esto, me iré con el último grupo» - Alfa y Omega

Obispo de Járkov: «Si debo dejar esto, me iré con el último grupo»

A su paso por Roma, el obispo ucraniano Pavlo Honcharuk ha explicado que se quedará en su ciudad porque «nuestra presencia allí es necesaria»

Redacción
Pavlo Honcharuk en Roma
Pavlo Honcharuk en Roma. Foto: Vatican Media.

«En Járkov la situación se está volviendo crítica», ha revelado el obispo latino de Járkov-Zaporiyia, Pavlo Honcharuk, a su paso por Roma. Su objetivo era, como jefe de los capellanes militares ucranianos de la Iglesia católica romana, saludar al Papa. «Estaba claro que Ucrania está en su corazón», opina tras haberlo visto en la audiencia general del pasado 29 de mayo.

En una entrevista posterior con Vatican News, el obispo explica cómo para muchas familias de Járkov es especialmente duro volver a plantearse dejar la ciudad tras haberlo hecho hace dos años y retornar posteriormente pensando en recuperar su vida normal. «Una vez más, la familia sufre y me parece que es uno de los momentos más dolorosos de esta guerra», opina. Alerta de que «nuestra ciudad está siendo bombardeada con bombas guiadas». «Algunas pesan 250 kilos, otras 500, otras tonelada y media», enumera. «Cuando llega una bomba de tonelada y media, deja un cráter de ocho metros de profundidad y 30 de diámetro».

En su conversación con los medios vaticanos, Honcharuk recuerda la dureza del ataque al supermercado Epitsentr el pasado sábado 25 de mayo, en el que murieron 19 personas y fueron heridas 54. También en la madrugada de este 31 de mayo, un cohete ruso alcanzó un apartamento, matando a tres personas e hiriendo a 23.

El prelado explica que, aunque en Járkov no quedan muchos católicos, él ha decidido aguantar en la ciudad. «A nuestros feligreses les digo que, si tienen la oportunidad, que se marchen». Pero él permanecerá allí porque «nuestra presencia es necesaria para ayudarles a resistir y es útil para los voluntarios». «Si tengo que dejar la ciudad, me iré con el último grupo», sentencia. Ha tomado esta decisión porque «mi vida en la tierra tendrá un final» y está en manos de Dios, justifica.