Shevchuk reafirma su unidad con el Papa y elogia la misión de paz de Zuppi
El primado de la Iglesia grecocatólica ucraniana ha recordado en Roma que el Papa «es una verdad de la Iglesia fundada por Cristo» y que los ucranianos siempre fueron fieles al sucesor de Pedro durante la persecución comunista o el martirio de san Josafat, patrón del país
«A veces la diplomacia y la política van y vienen, pero la roca de san Pedro permanece. El Papa para nosotros no es una realidad política sino una verdad de la Iglesia fundada por Cristo», ha declarado Sviatoslav Shevchuk, primado de la Iglesia grecocatólica ucraniana, en el Pontificio Colegio Ucraniano de San Josafat de Roma en la mañana del 14 de septiembre. Así ha respondido a las preguntas sobre la relación de la Iglesia ucraniana con Francisco, una polémica que el 6 de septiembre ganó peso después de que los exarcas del país expusieran al Papa su «dolor, sufrimiento y decepción» ante algunas de sus palabras para animar a jóvenes católicos rusos llamándoles a conservar «la herencia cultural de la Gran Rusia».
El arzobispo mayor de Kiev-Galitzia elogió, en la rueda de prensa, a alguien que fue ejemplo de fidelidad incondicional al Papa: san Josafat, patrón del Ucrania, cuyo martirio conmemoró el domingo 10 de septiembre en la basílica de San Pedro. «El santo mártir supone para nosotros un mensaje para no abandonar nunca la comunión con el sucesor de Pedro». Shevchuk ha recordado que «por esta comunión hemos pagado un alto precio» y que en el Sínodo que él y sus obispos celebraron en Roma del 3 al 13 de septiembre «había sacerdotes que durante la persecución comunista prestaron su servicio en clandestinidad y llevan en su cuerpo las heridas de esta persecución».
En cuanto a la misión de paz encargada por Francisco al cardenal Matteo Zuppi, Sviatoslav Shevchuk ha opinado que «es una señal clara de que el Papa no se resigna a la guerra». El arzobispo de Bolonia ya ha visitado Kiev, Moscú, Washington y actualmente se encuentra en Pekín en busca de una salida digna a la invasión rusa de Ucrania. «El Santo Padre no es indiferente a lo que sucede en nuestro país y está buscando todas las posibilidades para acabar con esta guerra insensata y deicida. Nuestro Señor Jesucristo sufre en la carne de nuestro pueblo hoy», ha sostenido Shevchuk.
El primado grecocatólico ucraniano se ha mostrado «muy agradecido por el trabajo de la diplomacia vaticana en Ucrania» y ha valorado especialmente los esfuerzos de Zuppi. Ha revelado que cuando visitó Kiev «estuvimos en todo momento en contacto con él porque la visita era muy importante y todo lo que pusimos en sus manos lo transmitió a Moscú». Sviatoslov Shevchuk ha reivindicado su labor al llevar al Kremlin «la cuestión de los niños». Según las propias fuentes rusas, más de 700.000 menores fueron deportados desde Ucrania al país de sus invasores bajo el pretexto de garantizar su seguridad.
«Hoy existe un mecanismo de intercambio de prisioneros de guerra, pero no existe un mecanismo para intercambiar civiles porque secuestrar a un civil ya atenta directamente contra el derecho internacional», ha lamentado. Aun así, durante la visita de Zuppi los Estados Unidos el purpurado romano consiguió la adhesión de su presidente para liberar a los menores.
«El encuentro con Biden y el encuentro con China son semillas de esperanza», ha celebrado Shevchuk. Ha asegurado que cada vez que el italiano viaja lo acompañan con su oración y esperan que en China consiga dar pasos para una paz verdadera, «que para los ucranianos significa la supervivencia, si no es solamente una tregua».