El mes de septiembre podría subtitularse Volver, no «con la frente marchita», como canta el tango, sino con las energías renovadas si hemos podido descansar —ya es un privilegio tener trabajo y otro sobreañadido—, tener vacaciones.
Volver al colegio, a la oficina, a la empresa, al taller, volver a la rutina de la vida cotidiana … pero la pregunta importante es cómo volvemos: ¿con energías renovadas?, ¿con nuevas fuerzas, físicas, psicológicas y espirituales? ¿O el regreso lleva consigo algo de trauma posvacaciones? Preguntas quizá un poco incómodas de responder, pero necesarias si queremos vivir con sentido.
Hay cuestiones que no siempre encuentran espacio en el corazón para ser respondidas, porque no es tema de cabeza sino de dejarnos sentir internamente —«Solo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos»—, como nos recordaba El Principito.
Hay preguntas sobre las que preferimos pasar de puntillas porque las respuestas pueden complicarnos demasiado… Pero preguntarnos, y sobre todo respondernos, nos va a dar datos interesantes sobre nuestra persona.
Y hablando de volver también hemos retomado las tareas sinodales. El tiempo vuela y avanzamos hacia la asamblea final del mismo en octubre 2023. El pasado 15 de agosto se cerró el plazo para enviar las aportaciones de la fase diocesana a la Secretaría General del Sínodo y ya estamos abocados a la etapa continental, es decir, de las conferencias episcopales.
Nuevos trabajos de investigación teológica, insumos que ayuden a la fase continental, otras subcomisiones temáticas. Seguimos en camino sinodal; ya sabemos que no es un hecho puntual, sino un proceso espiritual que requiere actitud orante, de escucha entre nosotros y juntos al Espíritu.
Para terminar, y volver con sentido, hacemos nuestros los versos de Mario Benedetti: «No te rindas, por favor no cedas, aunque el frío queme, / aunque el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento, / aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños, / porque cada día es un comienzo nuevo, porque esta es la hora y el mejor momento».
¡Feliz regreso!