Seguir a Jesús pobre y humilde - Alfa y Omega

Seguir a Jesús pobre y humilde

Andrés Martínez Esteban
Detalle de la portada del libro

Si alguna vez pides consejo a quien es discípulo del Crucificado, no te quejes si te muestra el camino de la cruz, si te habla de entrega y de disponibilidad total a Dios. Me parece importante dejar esto claro desde el comienzo para que nadie se lleve a engaño, porque este nuevo libro de José María Rodríguez Olaizola lleva un título engañoso. No lo digo porque el autor quiera darnos gato por libre o mostrarnos una realidad de cuento de hadas.

Todo lo contrario. Si algo hay que agradecer a José María Rodríguez Olaizola es que no engaña, porque él mismo nos advierte en las primeras páginas de que el profeta Jeremías, de donde está tomado el título de este libro, describe la seducción como algo duro, áspero, diría que hasta terrible. Después de exclamar «me sedujiste, Señor, y me dejé seducir», que son palabras, cómo dudarlo, que atraen, el profeta añade: «He sido a diario el hazmerreír, todo el mundo se burlaba de mí… La Palabra del Señor me ha servido de oprobio y de desprecio a diario».

Posiblemente empezar así la reseña de un libro no es precisamente una buena invitación a leerlo. Pero que alguien te muestre la realidad de algo tal y como es me parece que tiene un valor impagable hoy en día, cuando todo es tan superficial, vanidoso y frívolo. Sobre todo, porque este libro habla de seguir a Jesús, pobre y humilde, a través de una vocación concreta, como enseguida contaré. Y esto es algo serio y arriesgado porque se pone en juego la propia vida.

José María Rodríguez Olaizola nos habla en este libro, escrito a modo de testimonio dirigido a un joven cualquiera, sobre la vocación a la Compañía de Jesús. Y lo hace explicando, por una parte, lo que es más propio de este modo de vida en la Iglesia; pero al mismo tiempo, y es lo que me parece más sugerente, al hilo de los ejercicios espirituales de san Ignacio de Loyola. Y digo que es lo más sugerente porque este libro sirve a cualquiera que quiera vivir una vida como discípulo del Señor, ya sea soltero, casado, joven, adulto, anciano, sacerdote diocesano, religioso de cualquier otra orden, religiosa, monja contemplativa, misionero, etc. Es decir, es un libro que nos recuerda, siguiendo también a san Ignacio, el principio y fundamento de nuestra existencia y cómo esta solo tiene sentido o, si se quiere, un sentido pleno, desde el encuentro con Jesús.

Al mismo tiempo, a lo largo de estas páginas Rodríguez Olaizola nos explica el carisma de los jesuitas, sus características propias, lo que da forma al modo de seguir a Jesús en la Compañía, el espíritu común que se adapta a cada uno de los que forman esta orden religiosa. Porque sus miembros son distintos entre sí, cada uno de su padre y de su madre, aunque vivan una misma espiritualidad. Nos cuenta cómo este carisma ha evolucionado a lo largo del tiempo y que hay aspectos que son coyunturales, propios de la época en que nació la Compañía. Pero todo cambia menos lo fundamental, que es Cristo, al que se entregan y quieren imitar siguiendo sus pasos.

Me atrevo a decir que si un cristiano cualquiera, un consagrado joven o con años de entrega, lee y medita este libro, la propia vida se pondrá patas arriba. La obra que tenemos entre manos suscita muchos interrogantes, puede provocar fuertes sacudidas interiores y sacarnos de nuestra zona de confort, es decir, de una vida de seguimiento del Señor acomodada, sin riesgos, poco comprometida o con un compromiso justito y poco exigente. Lo que subyace en este libro es una pregunta que resulta arriesgada: ¿Cómo quieres seguir a Jesús? ¿A distancia, o quieres ponerlo en el centro y seguirlo con todas las consecuencias?

Me sedujiste
Autor:

José María Rodríguez Olaizola, SJ

Editorial:

SalTerrae

Año de publicación:

2023

Páginas:

112

Precio:

11,88 €

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