¡Paren las rotativas! Tenemos una notición: «El Verbo se ha hecho carne y habita entre nosotros». Es «el mayor acontecimiento de la historia», como subrayó el Papa Francisco el lunes ante los trabajadores del Vaticano. Igual que hizo en un pesebre en Belén hace más de 2.000 años, el Señor nace hoy aquí, en medio de nuestras incertidumbres y tribulaciones. Sacudámonos «nuestro letargo, nuestro aburrimiento, nuestra apatía, nuestro desinterés y nuestro miedo, sobre todo en esta época de emergencia sanitaria», y recuperemos, en palabras del Sucesor de Pedro, «el entusiasmo de la vida y de la fe». Jesús nos recuerda que somos hijos de Dios y, de esa forma, hermanos de todos los hombres. ¿Acaso esto no lo cambia todo? ¿Cómo no compartirlo con los demás?
No son estas unas fechas fáciles, con tantas restricciones y ausencias, ni van a ser fáciles los meses que vienen por delante. Los integrantes de la redacción de Alfa y Omega, aun con nuestras limitaciones, seguiremos compartiendo la Buena Noticia. Queridos lectores, deseamos que ustedes sean también luz y que, allí donde estén, pongan misericordia, alegría y esperanza… ¡Feliz Navidad!