Se cuadruplica en una década el número de agresiones sexuales a menores en España - Alfa y Omega

Se cuadruplica en una década el número de agresiones sexuales a menores en España

La fundación ANAR publica un estudio que saca a la luz el crecimiento exponencial de los abusos a menores y de fenómenos como las agresiones en grupo

Redacción
Foto: Pixabay

De 273 a 1.093 casos en once años: este es el dato principal del informe que la fundación ANAR ha hecho público esta semana sobre el fenómeno de los abusos sexuales a menores en España. Los datos son el resultado de las llamadas de menores a su teléfono gratuito de atención a este segmento de la población española (900202010).

Para realizar su informe, ANAR ha analizado un total de 89.808 llamadas sobre abuso sexual entre los años de 2008 a 2019. La fundación indica que la tasa de crecimiento de los casos de abuso en este tiempo fue de más de un 300 %, lo que indica que se han multiplicado por cuatro en poco más de una década, pasando de 273 casos en 2008 a 1.093 casos en 2020.

Además, mientras que el incremento anual del número de casos fue de un 14,3 % de media, en los últimos cinco años se ha disparado al 20,5 %, aumentando especialmente los abusos a través de las tecnologías como el grooming (36,7 % de crecimiento anual) y sexting (25 %).

Las víctimas son en su inmensa mayoría mujeres (78,3 %), de las cuales casi el 60 % son adolescentes de 13 a 18 años. De los varones, en su mayoría son menores de 12 años (53,4 %).

Además de sufrir abuso, las víctimas tuvieron que soportar violencia física o intimidación en el 53,6 % de los casos, una violencia mayor hacia las mujeres y sobre todo hacia las adolescentes.

En cuanto a los tipos de abuso, la mayoría se concentran en tocamientos obscenos hacia la víctima y abuso con penetración. Uno de cada diez casos de penetración fue con violencia física. En el 22 % de los casos la tecnología estuvo implicada en el abuso.

En el 80,2 % de los casos, los abusos no dejan marcas o heridas. «Las víctimas tienen una gran dificultad para demostrar el abuso porque en muchos casos no hay señales físicas y por desgracia las reacciones del entorno no son de apoyo: niegan los hechos en el 37,8 % de los casos, justifican o encubren al agresor en un 31,1 %; se da negligencia o falta de reacción en un 23,9 %; y, por último, culparon a la víctima en un 7,2 %», afirmó la directora del Teléfono de ANAR, Diana Díaz, en la presentación del informe.

Del 43,3 % de los casos que mostró intención de denunciar, solo formalizaron denuncia el 10,6 %, y de ellos el 18,2 % se archivó judicialmente por falta de pruebas.

En cuanto al perfil del agresor, se trata de un hombre, de la familia o del círculo de confianza, mayor de edad, que actúa en solitario y que abusa en la casa del menor. El padre biológico sigue siendo el agresor principal en el 32 % de los casos, aunque aumenta la proporción de parejas de la madre ( de 1,7 % en 2008 a 6,2 % en 2018), y disminuye la de adultos conocidos o de confianza (6,2 % frente a un 1,6 %).

Otro de los datos que revela el estudio es que están aumentando las agresiones en grupo, pasando de un 2,1 % a un 10,5 % en una década.

También han crecido los abusos cometidos por novios, parejas y exparejas de la víctima, que pasan de representar el 3,3 % del total de los casos al 6,3 % diez años después.

Para Benjamín Ballesteros, director de la investigación de ANAR, todos estos datos demuestran que el abuso sexual a menores «es un hecho mucho más frecuente de lo que podamos esperar», lo que muestra «una realidad oculta y silenciada ante la que es necesario promover un cambio en nuestra sociedad».