Se buscan periodistas jóvenes «que defiendan el Evangelio» para los premios Lolo
Por primera vez en la historia de estos premios la presentación de candidaturas será abierta y cualquier entidad y profesional podrá hacer su propuesta
La Unión Católica de Informadores y Periodistas de España (UCIPE) ha convocado una nueva edición del Premio Lolo de Periodismo Joven, con el fin de «reconocer la trayectoria de periodistas jóvenes comprometidos con los valores cristianos en su profesión».
Por primera vez en la historia de estos premios la presentación de candidaturas será abierta, de modo que los medios, entidades u organizaciones que lo deseen podrán proponer a un profesional que desempeñe su labor en su equipo de trabajo, y también otros periodistas, comunicadores o informadores podrán presentar la candidatura de un compañero.
Podrá acceder al premio cualquier periodista, informador o comunicador español joven, de hasta 35 años, que realice su labor profesional en cualquier medio de comunicación español o extranjero, en cualquier entidad, organización o empresa dedicada a la comunicación, así como cualquier periodista joven, informador o comunicador extranjero que trabaje en un medio o empresa española. El candidato debe demostrar, a través de su currículo, «que ejerce su trabajo diario con compromiso, defendiendo y amplificando la verdad del Evangelio», como se lee en las bases del premio.
La presentación de candidaturas se podrá realizar hasta el 29 de octubre. La Junta directiva de la UCIPE se reunirá el 3 de noviembre para estudiar las propuestas y anunciará en noviembre el ganador o ganadora del distintivo. El premio se entregará en Madrid en torno al mes de mayo, coincidiendo con la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
Manuel Lozano Garrido, Lolo, es el primer periodista laico beatificado. «Fue un periodista y escritor jienense que con su vida y obra fue comunicador de alegría a los jóvenes desde su invalidez», dice la UCIPE en al convocatoria del premio que lleva su nombre. Lolo estuvo 25 años postrado en una silla de ruedas y nueve años ciego por una larga enfermedad, lo que no le impidió escribir y publicar la verdad desde la doctrina de la Iglesia.