Se afianzan las pasiones: «Es rezar con los ojos» - Alfa y Omega

Se afianzan las pasiones: «Es rezar con los ojos»

Cada vez más parroquias incorporan montajes de la Pasión de Jesucristo, auténticos vía crucis en tres dimensiones para catequizar

Begoña Aragoneses
Sagrario y Enrique muestran la escena del sepulcro, reproducción del paso de Santa Marta de Sevilla
Sagrario y Enrique muestran la escena del sepulcro, reproducción del paso de Santa Marta de Sevilla. Foto: Begoña Aragoneses.

No hay nada en la pasión de la parroquia San León Magno que se haya dejado al azar. Nada que no tenga su sentido, tanto litúrgico como compositivo. Sagrario García y el equipo de belenistas del taller parroquial (Pilar, María José, Julián, Pedro…) echan mano —y qué mano— de su creatividad. Si en Navidad el montaje se centra en Belén, para la Pasión de Semana Santa nos trasladamos a Jerusalén, aunque en esta iglesia que linda con la Puerta de Toledo el relato empieza en Betania y Betfagé, de donde era el pollino con el que Jesús entró triunfal en la ciudad. Un total de 14 escenas repletas de detalles para quien quiera mirar con ojos curiosos y, por supuesto, de fe. Por ejemplo, el agua del pozo, hecha con gel de velas; el muchacho que está en el huerto de los Olivos envuelto en una sábana, tal y como Marcos detalla en su Evangelio; el cáliz que sostiene Jesús en la escena de la Última Cena, hecho con el capuchón de un boli; los candelabros del interior de las casas, fabricados con abalorios; los pergaminos, escritos de verdad; las sandalias que, a las puertas del cenáculo, han dejado Jesús y sus apóstoles; hay caracoles de verdad en los muros de la casa de Caifás; los olivos están hechos con cepas de vid y romero y la corteza de las palmeras, con las escamas de piñas…

Excepto las que se aprovechan del belén o se «tunean» para la ocasión, la mayoría de las figuritas propias de la pasión se han traído de Sevilla, donde hay tradición de hacer miniaturas de los pasos que procesionan. Por ejemplo, el Jesús con la cruz a cuestas es el de las Tres Caídas de Triana; el Cristo de la flagelación es el de las Cigarreras; la sepultura es el paso de Santa Marta… Las compran blancas y las pintan ellos mismos. Muy significativas son las heridas de Jesús en la flagelación y las filigranas de oro y plata de sus mantos. En San León Magno se lanzaron a esto de la pasión en 2019 con 55 figuras y tres escenas; este año hay 100 personajes más y 14 escenas. Ocupan un total de 15 metros de largo por 1,20 de ancho, «pero todavía quedan metros de iglesia», sostiene el párroco, Enrique Olmo, por eso las ideas se amontonan: se podría hacer el beso de Judas, la Resurrección, los discípulos de Emaús… De momento, la pasión, actualización del tradicional vía crucis de las paredes, se convierte en una auténtica catequesis. A ella acuden los niños de parroquias cercanas y también grupos que hacen visitas por Madrid. «Si peregrinar es rezar con los pies, esto es rezar con los ojos», concluye Olmo.

La tradición de montar pasiones en Semana Santa crece y se afianza en Madrid. En la parroquia Nuestra Señora del Buen Aire, en Moratalaz, este año por primera vez hay una muestra de pasos en miniatura obra del encargado del belén, Enrique Delgado. Son, resume, «producto de mi fe; se hace lo que se cree». Lo de la Semana Santa le vino por un amigo cordobés. «Quise experimentar» y se metió bajo un capirote. «Me gustó muchísimo y lo que hice, lo copié». «Compro figuras en escayola, añado pliegues, cambio las manos, quito defectos» y reutiliza las del belén, «una pastora por Virgen y un san José por san Juan», por ejemplo. Los pasos los hace con cajas de madera; los varales para llevarlos, con patas de silla; utiliza pan de oro y plata… Ahora mismo tiene 23 escenas, algunas de la cuales las sacaron en procesión los niños de la parroquia la semana pasada: varias Vírgenes reproducciones de tallas reales, como la de la Alegría de Toledo, dos flagelaciones, el Cristo de Medinaceli, que «no podía faltar», o dos calvarios. «Para el año que viene ya tengo en mente más; mientras el cuerpo aguante…».