Schoenstatt redobla sus esfuerzos para la JMJ

El movimiento de Schoenstatt ha experimentado, «una vez más, la protección manifiesta de nuestra Madre como Reina», ha explicado a este semanario la hermana María Rocío, de las Hermanas de María. El pasado 15 de diciembre, las hermanas «se encontraron con el doloroso hecho de que alguien, durante la noche, había entrado» en la iglesia de peregrinos del santuario de Pozuelo de Alarcón (Madrid), «quemado el altar, y encendido un segundo foco bajo una imagen de la Santísima Virgen. Ambos focos resultaron apagados sin explicación humana alguna, antes de que el fuego se expandiera a toda la iglesia». Precisamente el día 15 «comenzaba oficialmente el trabajo de los equipos de voluntarios para la Jornada Mundial de la Juventud en el santuario de Pozuelo». Ante esto, «la Familia de Schoenstatt y todos los peregrinos del santuario han reaccionado con profundo dolor, al mismo tiempo que emocionada gratitud a nuestra Madre y Reina, redoblando sus esfuerzos en la preparación espiritual y organizativa de la JMJ tal como nos ha pedido el Santo Padre». Se han celebrado sendas misas de desagravio, en la parroquia de Santa María de Caná, sede arciprestal de Pozuelo, y en la propia iglesia de peregrinos.