Santo Toribio de Liébana será sede del Jubileo Universal de Turismo - Alfa y Omega

Santo Toribio de Liébana será sede del Jubileo Universal de Turismo

El monasterio que alberga el Lignum Crucis ha sido seleccionado por la Red Mundial de Destinos de Turismo Religioso y Espiritual. «Llegar aquí cambia la vida», dice el obispo de Santander

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Monasterio de Santo Toribio de Liébana
Monasterio de Santo Toribio de Liébana. Foto: Sergio Morchon.

El pasado jueves se anunció en Santander la elección del monasterio de Santo Toribio de Liébana como sede del Jubileo 2025 por la Red Mundial de Destinos de Turismo Religioso y Espiritual. En la presentación de este evento, Arturo Ros, obispo de Santander, destacó que este evento supone «un regalo» para la diócesis cántabra y especialmente para Santo Toribio de Liébana, y aludió al Camino Lebaniego como «un proceso con una meta. Llegar a Santo Toribio y venerar la reliquia es una experiencia que nunca se olvida, cambia la vida». 

El monasterio alberga el fragmento más grande conocido de la Cruz de Cristo, por lo que «tener la reliquia más grande de la cristiandad es una bendición»„ dijo Ros, que resaltó asimismo «la belleza del entorno: geográfica, material y la de sus gentes». 

Por su parte, Gustavo Riveiro, director del Departamento de Pastoral del Turismo de la CEE, coincidió «en el marco inigualable de este lugar», y subrayó que «el turismo religioso en la actualidad es un filón a cuidar y no olvidar. Son espacios sagrados cuyo uso perdura en el tiempo, con el fin en el que se concibieron en su origen. Por ello se debe prestar atención al camino que pueda darse entre el turista y el peregrino». 

En palabras del consejero de Cultura, Turismo y Deporte de Cantabria, Luis Martínez Abad, «esta es una gran noticia para Cantabria, un honor y una responsabilidad que el monasterio sea sede de este jubileo universal espiritual». También reivindicó la singularidad del Camino del Norte a su paso por la región, «conjugando de modo único dos sendas jubilares: la jacobea y la lebaniega. En este sentido, la diversidad y riqueza del patrimonio cultural es un activo que nos hace únicos».