Sant'Egidio pide «otras respuestas» para los sin hogar que no irán a los albergues
El movimiento ha sido una de las entidades que propuso que el Metro permaneciera abierto, también para que las personas sin hogar puedan refugiarse en las estaciones
Un panorama «desolador» fue el que se encontraron en la noche del viernes al sábado los miembros de la Comunidad de Sant’Egidio que salieron a recorrer las calles de Madrid para encontrarse con sus «amigos», las personas sin hogar, en la nevada más fuerte en décadas, provocada por el temporal Filomena. Sus esfuerzos se sumaban a los del Ayuntamiento y el Samur Social, que en los días previos ampliaron en un centenar las plazas disponibles en pensiones y albergues. «Nos dicen que nadie se va a quedar sin sitio», explica Tíscar Espigares, responsable de la comunidad en Madrid.
Pero la realidad es más compleja y, aunque encontraron menos gente de lo habitual a la que repartir comida y bebida caliente y sacos de dormir térmicos, «en sitios como Preciados había aún bastante gente ya con sus cartones». Estuvieron mucho tiempo intentando convencerles de ir a algún albergue, «ofreciéndonos a acompañarles» porque «ni teniendo el saco de dormir más maravilloso» era recomendable seguir en la calle. Tuvieron escaso éxito.
«Muchos prefieren quedarse en la calle porque ha tenido malas experiencias. Tienen mucha reticencia en acudir a las instituciones porque piensan que van a perder libertad o pueden tener problemas con la justicia. Es difícil saber hasta qué punto son libres», cuando además en algunos casos hay problemas de alcoholismo, salud mental, o experiencias de violencia y estrés extremo. Hay otros motivos, como el de una mujer embarazada que prefería quedarse en sus cartones de la calle Preciados porque en los albergues para gente sin hogar la separan de su pareja. «Quizá algunos no se imaginaban lo que iba a ser la nevada, aunque ya se veía venir». Por eso, Espigares espera que esta noche y las siguientes, algunos reticentes acepten acudir a los distintos recursos que se les ofrecen.
«La diferencia entre vivir y morir»
Sin embargo, «no basta con decir “hemos puesto los recursos y si no quieren que no vengan”», subraya la responsable de Sant’Egidio en Madrid. «Hay que pensar en a quién no llegan las ayudas. Si las personas siguen estando en la calle, por la razón que sea, hay que idear otra respuesta, como hace una madre cuando algo no funciona con sus hijos». Por eso, a primera hora del sábado han hablado con el concejal de Familias, Igualdad y Bienestar Social, José Aniorte Rueda, «para pedirle que se dejara el Metro abierto todo el tiempo. Nos ha dicho que lo estaban estudiando».
Finalmente, la medida se anunció el sábado a mediodía. Además, en las estaciones de Latina, Ópera, Tirso de Molina y Estación del Arte (antes Atocha) estará presente el Samur Social ofreciendo apoyo. Esta decisión, además de facilitar los trayectos imprescindibles, permite que las personas sin hogar que se niegan a acudir a los albergues tengan un lugar algo más resguardado para dormir manteniendo su sensación de libertad. «Puede marcar la diferencia entre que vivan o mueran». Por eso, en Sant’Egidio consideran que la medida se debería mantener mientras se prolongue el temporal y en los días posteriores, en los que se vivirán importantes bajadas de temperatura y heladas.
Mi vecino de la calle
Pero sobre todo, Espigares hace un llamamiento «a la solidaridad ciudadana», que puede complementar la labor de las autoridades. «Estamos en un nuevo confinamiento», y vuelve a ser el momento de preguntar a los vecinos mayores y solos si necesitan cualquier cosa. También los miembros de la comunidad lo están haciendo, llamando por teléfono cada día a las personas mayores que conocen y viven solas y a otros amigos. «Muchos de los mayores estaban preparados y habían hecho acopio de cosas; pero si necesitan algo nos organizamos para llevárselo». Y a otros, domo «familias que están alquiladas en una habitación sin calefacción», les están dando mantas y ropa de abrigo.
En estos gestos solidarios, pide «no olvidar a la gente sin hogar que vive en nuestras calles. Igual que estamos bajando a hacer fotos porque esto es muy bucólico, podemos llevarles comida caliente, una bebida, decirles “te acompaño al Samur Social o al metro”. Cuando el Papa habla de cuidar de nuestros vecinos, entendemos que no se refiere solo a los de la puerta de al lado sino a los que están en la calle también». Asimismo, la comunidad pide ayuda para poder seguir repartiendo sacos de dormir y ropa de abrigo. «Estamos dando todo lo que tenemos». En el caso de los sacos de dormir, Espigar pide «que sean nuevos, por el tema del coronavirus, y térmicos para -10º C». Quien desee contribuir, puede contactar con Sant’Egidio en info@santegidiomadrid.org o en el teléfono 605 06 01 46.