Rusia ataca Ucrania: «Es la guerra» - Alfa y Omega

Rusia ataca Ucrania: «Es la guerra»

Cáritas se prepara para atender a desplazados en todo el país, mientras un sacerdote confirma que las sirenas antiaéreas suenan incluso a pocos kilómetros de Polonia

Redacción
Incendio en las inmediaciones del aeropuerto de Mariupol tras el inicio de la operación militar de Rusia. Foto: Reuters / Carlos Barría.

Las peores previsiones se han confirmado. Rusia ha comenzado esta madrugada un ataque militar a Ucrania. Ha sido el mismo presidente ruso, Vladimir Putin, el que lo ha comunicado en un mensaje televisivo. «Las repúblicas populares de Dombás se han acercado a Rusia con una petición de ayuda. En relación con esa conversación he tomado la decisión de lanzar una operación militar especial. Su objetivo es proteger a las personas que han sido objeto de abusos y genocidio del régimen de Kiev durante ocho años, y para ello buscaremos desmilitarizar y desnazificar Ucrania», ha afirmado.

Aunque las informaciones que llegan son, en algunos casos, confusas, se habla de que el Ejército ruso ha atacado instalaciones militares y se encuentra ya dentro de territorio ucraniano. Según el Gobierno de Ucrania, al menos hay ocho muertos y nueve heridos. Desde la Iglesia, el padre Radko Vaolodymyr, que se encuentra en la ciudad de Leópolis, a unos 60 kilómetros de la frontera con Polonia, confirma que ya se han escuchado «las sirenas» durante algunos minutos. «Significa que debemos tener cuidado y escondernos», ha explicado a Vatican News. Además, le están llegando noticias del bombardeo de numerosos pueblos e incluso de grandes ciudades. «Es la guerra. Necesitamos la oración para que nos ayude a no entrar en pánico y mantener la calma», ha añadido.

Cáritas se prepara

«La escalada del conflicto desde el lado ruso llevará inevitablemente a una colosal catástrofe humanitaria y social», lamentaban los responsables de Cáritas Ucrania pocas horas antes de la invasión rusa que se ha producido en la madrugada de este jueves. En declaraciones a Alfa y Omega, su presidenta, Tetiana Stawnychy, informó de que «trabajamos estrechamente con las estructuras eclesiales y las autoridades locales para estar preparados para los nuevos desafíos y amenazas, si es necesario». Y subrayó que «estamos haciendo todo lo posible para ofrecer asistencia y apoyo a las personas que lo necesitan, como hemos hecho en el este de Ucrania desde 2014».

En este momento, explican desde la entidad, «cada una de las oficinas locales, particularmente en el este, organiza la formación para el envío de cocinas de campaña, la apertura de refugios temporales y, si es necesario, la asistencia a personas que se vean obligadas a abandonar sus hogares por las hostilidades». Por ejemplo, en Dnipro, Poltava, Zaporiya ya están dispuestos a acoger a desplazados internos. También tienen sus infraestructuras preparadas en lugares como Jmelnitski, Ivano-Frankivsk, Ternópil, y Leópolis; todos ellos en la zona occidental del país, también afectada por los ataques rusos.

Los responsables de Cáritas relatan que comenzaron a prepararse para esta posibilidad a finales del verano pasado. Desde entonces, su prioridad ha sido «fortalecer la red» de contactos y «aumentar la capacidad» de respuesta. Desde hace dos meses, «se ha intensificado la capacitación de los trabajadores y los preparativos para una posible emergencia compleja».

Cáritas Española ya ha movilizado una partida inicial de 25.000 euros para apoyar el plan de respuesta de emergencia de Cáritas Ucrania y ha empezado una campaña para canalizar la solidaridad de los donante españoles hacia los proyectos de ayuda humanitaria para ayudar a las víctimas de esta crisis.

La entidad eclesial española trabaja en el país desde 2010, donde apoya diversos proyectos de acción social y de emergencia. Actualmente, la cooperación se centra en centros de atención a personas con diversidad funcional y familias vulnerables, así como proyectos de emergencia en el Dombás.

Peticiones de ayuda en el Dombás

Al menos hasta el miércoles, «todas las oficinas de Cáritas» estaban «totalmente operativas». Sin embargo, debido a la posibilidad de que «esta alarmante situación» evolucionara rápidamente, «estamos debatiendo reubicar algunos centros cercanos a la línea del frente» que cruza el Dombás, como se denomina a la región que forman los oblast de Donetsk y Lugansk, divididos desde 2014 por un conflicto separatista.

El martes, Cáritas había decidido suspender las visitas a la zona de contención que rodea los más de 400 kilómetros de frente hasta el 2 de marzo, para preservar «la seguridad de los trabajadores sociales debido a la reanudación del fuego de artillería». De hecho, habían vuelto a recibir peticiones de ayuda de gente cuyas casas se habían visto afectadas.

También «han aumentado significativamente las peticiones de apoyo psicológico», que ha pasado a realizarse de forma online. «La tensión está aumentando por el fuego constante y la incertidumbre», relataban. En las zonas donde se había recuperado la paz tras los dos primeros años de enfrentamiento, «han resurgido» los recuerdos de aquella «terrible experiencia» y «causan un estrés increíble». Los responsables de Cáritas agradecen todas las muestras de apoyo, pues después de ocho años de guerra en el Dombás y también debido a la pandemia, ya han agotado «casi todos los posibles recursos».

Ayuda desde Polonia

Cáritas Polonia ya ha anunciado el primer envío de 21.400 euros, que se repartirán entre Cáritas Ucrania (vinculada a la Iglesia grecocatólica) y Cáritas SPES (latina). Esta cantidad ya es mayor que toda la enviada al país vecino el año pasado. Ha anunciado también una colecta extraordinaria a favor de Ucrania. «Somos solidarios con nuestros vecinos orientales y esperamos que no continúe la actividad militar», ha subrayado Marcin Izycki, su director.

De momento, en la frontera de Nadbudzanski «no se ha registrado un incremento de los movimientos fronterizos». «En el caso de que aumente el número de personas que escapan del peligro, cooperaremos de cerca con las Cáritas diocesanas y las autoridades», aseguran desde la entidad. «Estamos preparando lugares que podrían servir como refugios temporales» para unos 2.000 refugiados. Al mismo tiempo «estamos preparando programas de asistencia psicológica para los niños».

Cirilo, el miércoles: «Incluso en tiempo de paz hay amenazas»

Tras alentar el miércoles a los militares rusos, el Patriarcado de Moscú calla sobre los acontecimientos en Ucrania. Este miércoles, cuando en Rusia se celebraba el Día del Defensor de la Patria, el patriarca Cirilo participó en un homenaje a los soldados caídos. En él, exhortó a los soldados rusos a «estar siempre dispuestos a alzaros por vuestra patria».

Cuando las tropas rusas ya estaban en el Dombás y horas antes de su entrada en el resto de Ucrania, el líder de los ortodoxos rusos dijo que «vivimos en tiempos de paz, pero sabemos que incluso en tiempos de paz hay amenazas», como «lo que está sucediendo en las fronteras de nuestra patria». Por ello, subrayó que «nuestros soldados no deben tener dudas de que han elegido el camino correcto en sus vidas». Por la mera «fortaleza de las Fuerzas Armadas rusas», subrayó, «estáis protegiendo a la gente incluso sin acciones militares».

Desde entonces, no ha habido ninguna alusión más a lo que está ocurriendo en Ucrania, ni en la web del Patriarcado de Moscú ni en la de su Departamento de Relaciones Exteriores. Sobre Ucrania, la primera solo ha publicado este jueves unas declaraciones del presidente del Departamento Sinodal, V. R. Legoyd, realizadas el martes a la agencia TASS sobre la decisión del presidente, Vladimir Putin, de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk. En ellas, afirma que «la Iglesia respeta la elección política de los pueblos». «Los límites de los estados situados dentro del territorio canónico de la Iglesia rusa han cambiado muchas veces, y la unidad siempre se ha mantenido».

Desde la Iglesia ortodoxa ucraniana no tardón en llegar una respuesta a las palabras de Cirilo. El teólogo Andriy Dudchenko, de la Iglesia nacida en 2019 en un intento de unificar a todos los ortodoxos ucranianos, afirmó que «ahora viene la hora de la verdad para los sacerdotes y fieles» que todavía permanecen vinculados a Moscú. «¿No es el momento en el que al elegir entre dos jurisdicciones eclesiásticas, Moscú y Ucrania, tenéis que optar por la nativa vuestra?».

Consagración al Inmaculado Corazón de María

La Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica Romana en Ucrania, que engloba a los obispos católicos de rito latino del país, ha invitado a sus fieles a no dejarse vencer por el miedo. «Los cristianos somos gente de fe y esperanza», pues la resurrección de Jesucristo «demuestra que la muerte no tiene la última palabra, sino la vida». Además, han invitado a los católicos a la oración y la reconciliación. «Unámonos en oración en nuestras familias, con los vecinos» y en los grupos de fe y las iglesias, pidiendo por los gobernantes, el Ejército, los heridos y fallecidos, y también «por quienes comenzaron la guerra y están cegados por la agresión».

En las parroquias, han pedido que después de cada Misa, además de la oración por la paz, se rece el acto de consagración de Ucrania al Inmaculado Corazón de María. «Que este tiempo de prueba sea también una oportunidad de reconciliación con nuestros parientes y amigos, vecinos y compañeros, y con Dios mismo», mediante el sacramento de la Penitencia.

Al mismo tiempo, los pastores de rito latino aseguran que los católicos «estaremos dispuestos a defender nuestra patria según nuestras capacidades y responsabilidades: en el Ejército o en nuestro lugar de trabajo, en los hospitales u ofreciendo primeros auxilios, ayuda material o una palabra de consuelo, oración o sacrificio».