El Papa pide que la República Centroafricana avance hacia la paz y el diálogo

El Papa Francisco pidió este miércoles que la República Centroafricana avance hacia la paz y que todas las partes mantengan un diálogo fraterno y respetuoso, que dejen atrás el odio y la violencia.

«Sigo con atención y preocupación los acontecimientos en República Centroafricana, donde recientemente se han celebrado las elecciones con las que el pueblo ha mostrado su deseo de seguir hacia el camino de la paz», dijo Francisco desde la biblioteca del Palacio Apostólico tras el rezo del ángelus, informa Efe. «Invito a todas las partes a tener un diálogo fraterno y respetuoso, a rechazar el odio y cualquier forma de violencia», añadió.

El presidente de la República Centroafricana (RCA), Faustin-Archange Touadéra, resultó victorioso en los comicios del pasado 27 de diciembre con el 53,92 % de los votos, según los resultados provisionales anunciados el 4 de enero por la Autoridad Nacional de las Elecciones (ANE).

Las fuerzas de seguridad centroafricanas, ayudadas por más de 12.000 cascos azules de la MINUSCA –misión de estabilización de la ONU en el país– y cientos de soldados rusos y ruandeses lograron evitar que grupos armados llegasen a la capital, Bangui, y facilitaron un proceso electoral en calma.

Sin embargo, según confirmó a Efe en RCA el portavoz del comité electoral, Theophile Momokoama, en al menos dos prefecturas de las 16 los centroafricanos no pudieron ejercer su derecho al voto debido a la presencia de grupos armados pertenecientes a la Coalición de Patriotas por el Cambio (CPC), formada días antes de estos comicios.

Epifanía del Señor

Horas antes, en la Eucaristía de la fiesta de la Epifanía del Señor, el Papa pidió que la gente se libere de la «dictadura del propio yo», centrada en las preocupaciones personales y que solo conduce al miedo y a la angustia, y animó a abrir el corazón a la adoración de Dios.

Es necesario «dejar de lado el cansancio y las quejas, salir de las limitaciones de una perspectiva estrecha, liberarse de la dictadura del propio yo, siempre inclinado a replegarse sobre sí mismo y sus propias preocupaciones», dijo Francisco, durante la Misa que presidió este miércoles en la basílica de San Pedro.

En su homilía, alentó a las personas a abrirse a la adoración, porque de lo contrario cuando se fija «la atención exclusivamente en los problemas, rechazando alzar los ojos a Dios, el miedo invade el corazón y lo desorienta, dando lugar a la rabia, al desconcierto, a la angustia y a la depresión».

«Sí, el ser humano necesita adorar, pero corre el riesgo de equivocar el objetivo. En efecto, si no adora a Dios adorará a los ídolos, y en vez de creyente se volverá idólatra», apuntó.

Francisco subrayó que, «con el paso del tiempo, las pruebas y las fatigas de la vida –vividas en la fe– contribuyen a purificar el corazón, a hacerlo más humilde y por tanto más dispuesto a abrirse a Dios».

Y defendió la necesidad de rechazar que «los cansancios, las caídas y los fracasos» empujen a las personas «hacia el desaliento», pues si se admiten con humildad sirven para avanzar en el camino de la vida.

«Es necesario ver más allá del velo de lo visible, que frecuentemente se revela engañoso», argumentó, al tiempo que elogió las miradas que, «sin dejarse deslumbrar por los fuegos artificiales del exhibicionismo», buscan «en cada ocasión lo que no es fugaz».