Repique de campanas frente a la España vaciada - Alfa y Omega

Repique de campanas frente a la España vaciada

Las iglesias de Extremadura y Aragón harán sonar sus campanas para alertar de la despoblación

José Calderero de Aldecoa
Protesta de Extremadura Vaciada para reclamar más servicios
Protesta de Extremadura Vaciada para reclamar más servicios. Foto: Eugenio Campanario.

Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz, Coria-Cáceres y Plasencia han mostrado su preocupación por la pérdida de población en Extremadura y el envejecimiento de la misma.

Así lo han señalado en una carta conjunta, recogida por Europa Press, en la que citan, entre otras cosas, la falta de oportunidades y la necesidad de infraestructuras que potencien nuestro desarrollo y atraigan empresas. Entre otros datos, afirman que en enero de 2024, de los 388 municipios con que cuenta la región, 144 han visto aumentar su población, 231 han experimentado un descenso y en 13 la cifra se ha mantenido estable.

Este hecho hace que en marzo del 2023 el INE dejase claro que Extremadura había perdido habitantes durante la última década a un ritmo de doce al día, o sea, uno cada dos horas, han destacado, junto con que según las estimaciones, la caída de población se mantendrá casi igual lo largo de los «próximos diez años».

A pesar de ello, en una parte del documento de los obispos también se citan como «signos de esperanza las familias que llegan atraídas por la calidad de vida y la posibilidad de teletrabajo, la solidaridad que se da entre nuestras gentes, iniciativas de emprendimiento en nichos laborales ligados a la producción propia de un entorno rural, e incluso descubriendo otros nuevos».

Como «signo para llamar la atención sobre este tema», el lunes 31 de marzo a las 13:00 horas habrá un toque simbólico de campanas en las parroquias de las tres diócesis, según señala el Arzobispado de Mérida-Badajoz en nota de prensa.

Valores esenciales

Las diócesis de Aragón también harán sonar sus campanas el lunes 31 de marzo a las 13:00 para alertar de la situación poblacional.

En un comunicado conjunto, las diócesis aragonesas han mostrado su inquietud por la pérdida de servicios y oportunidades en las zonas rurales, un fenómeno que amenaza no solo la estructura social y económica de Aragón, sino también a su identidad y valores, e instan a las autoridades locales, autonómicas, nacionales y europeas a actuar con decisión para frenar el éxodo rural.

«La vida en los pueblos ofrece valores esenciales para la sociedad: un ritmo menos frenético, una comunidad más solidaria, el contacto con la naturaleza y una existencia más auténtica, frente a la dictadura de la productividad y la apariencia», han recordado los obispos.