Rebel. Viaje al corazón de la guerra de Siria - Alfa y Omega

Rebel. Viaje al corazón de la guerra de Siria

Juan Orellana
Kamal (Aboubakr Bensaihi) observa una ciudad de Siria destruida por la guerra. Foto: Festival Films.

Lo primero que hay que decir es que Rebel es una película muy potente y muy bien hecha. Pero también hay que advertir claramente de que se trata de una cinta muy dura. Dura visualmente —nos sitúa en lo peor de la guerra de Siria— y dura por el dolor moral de los personajes. Se trata de una película coral ubicada paralelamente en dos escenarios: Bruselas y Siria. En el centro de la trama está la familia Wasaki, una familia árabe musulmana de origen marroquí que vive en Bruselas. La familia la forman tres personas: la madre, Leila (Lubna Azabal), el hijo mayor, Kamal (Aboubakr Bensaihi) y el hijo pequeño, Nassim (Amir El Arbi). Kamal es un conocido rapero que, tras sufrir una detención por posesión de drogas, se marcha a Siria a prestar ayuda humanitaria y termina reclutado a la fuerza por el Estado Islámico. El giro dramático de la historia se produce cuando emiten por televisión unas imágenes difundidas por el Dáesh en las que se ve claramente a Kamal ejecutando a un soldado de las tropas gubernamentales sirias. A partir de ese momento, Leila y Nassim se convierten en el objeto de insultos y escarnios por parte de su entorno. Pero las cosas se complican cuando un reclutador de yihadistas comienza a trabajarse a Nassim para su causa. Mientras, a Kamal, que trata de salir de ese infierno a toda costa, las cosas se le ponen cada vez peor.

La película conjuga muchos asuntos. Por un lado, evidentemente, y más allá de la obvia condena del terrorismo, denuncia las prácticas hipócritas, manipuladoras y de doble moral por parte de los dirigentes del autoproclamado Estado Islámico. Dirigentes que practican habitualmente todo lo que denuncian, saltándose a la torera las mismas prescripciones coránicas que ellos dicen defender. En esa línea, el filme ofrece también un retrato tremendo de los traumas que acompañan de por vida a los niños de la guerra, obligados a conducirse como soldados adultos e incluso a matar. Pero la película también trenza una enjundiosa trama familiar en la que brilla con luz propia una madre coraje que, a la vez que rechaza con dureza las decisiones de sus hijos, es capaz de mostrarles un amor entregado e incondicional. Hay más temas secundarios de interés, como el respeto que se transforma en amor de Kamal por Noor (Tara Abboud), una joven obligada a casarse con Kamal por el Dáesh. Kamal, que tiene el poder de hacer con ella lo que quiera, la respeta con una delicadeza absoluta sin ofender ni lo más mínimo su dignidad.

Toda la película está estructurada en torno a determinados versos cantados que ilustran el momento interior que en ese momento viven los protagonistas. Incluso hay un par de escenas de realismo mágico, en las que los personajes interpretan una especie de videoclip de carácter metafórico. Y todo ello envuelto en una magnífica banda sonora. En definitiva, esta película de Adil El Arbi y Bilall Fallah, que ganó el Festival Internacional de Cine de Barcelona, es tan impactante como meritoria. Pero lo dicho, no apta para cualquier estómago.

Rebel
Directores

Adil El Arbi y Bilall Fallah

País:

Bélgica

Año:

2022

Género:

Drama

Público:

+18 años