Son de nuevo triste motivo de actualidad informativa la muerte y el sufrimiento de miles de hombres y mujeres que huyen de las guerras, el hambre y la pobreza de sus países de origen. A todos ellos les transmitimos nuestra solidaridad y cercanía fraterna. No queremos acostumbrarnos a la repetición de sucesos como éstos (…), personas que, por falta de medios en las unidades de socorro, mueren ateridas de frío tras ser rescatadas; desalojos violentos de cientos de subsaharianos en los montes próximos a Melilla, para ser objeto de traslados forzosos y abandonados a su suerte; prácticas ilegales en las fronteras, que lesionan derechos y son cuestionadas por instancias de la Unión Europea; escasa voluntad política por esclarecer sucesos, como el caso de El Tarajal, en los que han perdido su vida seres humanos que escapaban de la violencia o la miseria; y la puesta en práctica de extrañas figuras jurídicas que intentan defender expulsiones injustificables.
Queremos alertar a toda la ciudadanía, y especialmente a la comunidad cristiana, para que nos preguntemos por la fidelidad a nuestros valores más profundos, y recordar que quienes vemos en las noticias son hermanos nuestros. No podemos ignorar que el dolor que vemos lo provocan en gran medida la pobreza y el mundo injusto que tenemos, y las decisiones que se toman, en el marco de unas políticas migratorias que olvidan la dignidad humana, tanto en los ámbitos nacional y europeo como en países de tránsito.
Estamos firmemente convencidos en que todo este sufrimiento es evitable. Por ello, exigimos a los responsables de la toma de decisiones ejecutivas, legislativas y judiciales la debida coherencia y respeto con los derechos humanos y con la más elemental dignidad que merece toda persona. Y como no queremos acostumbrarnos, no podemos permanecer indiferentes ante la indignidad que supone este goteo incesante de dolor e injusticia. Alentamos a todos a sumarse a esta actitud de indignación cívica y a seguir manteniendo viva la llama de la acogida y la hospitalidad para todos esos hermanos y hermanas que huyen en busca de un mejor futuro, y que nos preguntan: ¿Qué has hecho con tu hermano?
Cáritas, Comisión Episcopal de Migraciones, CONFER, Justicia y Paz