«Que nadie pase solo estos días», desea el cardenal Omella
En su mensaje para esta Nochebuena, el presidente de la Conferencia Episcopal Española recuerda las guerras en el mundo e invita a que «nos comprometamos con la paz que sí está en nuestras manos»
El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, ha enviado un mensaje de Nochebuena en el que expresa su anhelo de que la paz reine en el mundo.
«Miramos con tristeza hacia Belén y toda la Tierra Santa, vemos a los que sufren en Israel y en Gaza porque sus seres queridos padecen la guerra. Nos desconsuela también ver lo que pasa en Ucrania, en Yemen, en Sudán y en tantos lugares en los que falta la paz», indica. Por eso, invita a rezar al Señor para que opere un cambio en «el corazón de los que están en guerra» y así sus pueblos puedan vivir en paz.
Anima a que este deseo de paz se haga extensible a todos: «Comprometámonos con la paz que sí está en nuestras manos, la paz más cercana: la paz en nuestras familias, en nuestros trabajos y en nuestra sociedad. Que el Príncipe de la Paz nos ayude en esta exigente misión». Por ello, Omella recuerda que «Jesús es la luz que ilumina tantos lugares oscuros de nuestro tiempo y de nuestra historia; tantos corazones que están rotos por la tristeza, por la amargura, por la enfermedad y por el dolor; tantos lugares azotados por la guerra, el hambre y el sufrimiento».
También en este mensaje desea que la Navidad sea un tiempo «para fortalecer los vínculos de comunión que brotan del amor fraterno, que nos dan coraje para alcanzar metas nuevas y que nos sostienen cuando la vida se tuerce, se agita o se rompe», «ante la tentación de la crispación, de la polarización, de considerar al que piensa diferentes como un enemigo».
En su mensaje, el presidente de los obispos españoles celebra «la gran noticia» del nacimiento de Jesús en esta Nochebuena. De esta forma, invita a difundirla «con una mirada, con una sonrisa, con un gesto de caridad, de amor»: «Una vida que empieza es siempre motivo de alegría. El nacimiento de Jesús es motivo de alegría y esperanza de una vida mejor, de un mundo mejor, de un Reino que no es de este mundo».
El arzobispo de Barcelona ofrece unas palabras de consuelo en estas fechas en las que en cada casa falta alguien en la mesa. «Estos días notamos su ausencia más que nunca. Son fechas para encontrarnos espiritualmente con ellos en la oración», explica. «En estas fechas la luz de Jesús ilumina y enciende nuestro corazón, nos hace dirigir la mirada hacia los que están a nuestro lado y hacia aquellos más necesitados, sedientos de una mirada amorosa. La luz de Navidad nos invita a vivir la caridad, el amor fraterno y el amor filial», asegura.
Así, en estos días, Omella propone un triple encuentro: con el Niño Jesús; con los más cercanos; y con los que sufren cerca de nosotros a los que anima a llevarles la alegría de la Navidad, «la esperanza de que, con Jesús, la vida tiene sentido y los duelos, las dificultades, las injusticias e incluso el pecado y la muerte no tienen la última palabra».
Desea que no dejemos «que nadie pase solo estos días» y «que haya una silla y un plato siempre a punto» en cada hogar.
«No dejemos de mirar a Jesús, de encarnar su ternura, de acoger su corazón, de mirar a los demás con sus ojos. No dejemos de hacer presente a Jesús en nuestra vida. Dios ha decidido entrar en nuestra historia para rescatarnos desde la ternura de un recién nacido», concluye su mensaje.