¿Qué es una familia? La posmodernidad, ya anciana, creyó deconstruirla.
Y aquellos que creemos defenderla necesitamos más argumentos que autobuses para entenderla. Para entender algo que, en el fondo, hemos vivido y que queremos vivir. Me casé hace poco y al parecer fue un acto heroico, según dicen, más por la juventud que por la pandemia. En cualquier caso, el mundo condena.
Que la familia es un conflicto para el siglo se puede ver en la legislación, en el mundo laboral o en la cultura. La Iglesia lo ha recordado 70 veces siete y lo sigue haciendo después de inaugurar el Año de la Familia el pasado día de san José. Parece el momento indicado para asumir que el defenderla exige conocerla mejor. La editorial Nuevo Inicio nos brinda esa oportunidad con la obra de Fabrice Hadjadj ¿Qué es una familia?
El mismo Hadjadj dice al inicio que «este libro no hubiera nacido sin el concurso de quienes me han impedido hacerlo». Su carrera académica, dice, podría haber sido más prolífica de no ser por su extensa prole. En el fondo, ahí está su fuerza: su especulación filosófica ha sido refinada por la experiencia y soleada por la fe católica que encontró hace años.
En cambio, el posmoderno jamás deconstruyó nada porque «lo dado esencial o natural no es susceptible de deconstrucción». La familia no es una herramienta sociológica; es una realidad existencial. No basta solo con el amor y la cotidianidad. Hablar de la familia es hablar de género, porque, como primera comunidad natural, «no depende de un contrato, está inscrita en la carne» y surge de la diferencia entre hombre y mujer; nos configura más allá de la carne, nos abre al otro.
Hadjadj sabe filosofar hondo, pero también claro. No nos habla de un mundo abstracto, ese abrirse es dar vida y la crianza, nueva apertura. La trascendencia se atrapa en lo concreto de una esposa, un hijo o un hermano; en la mesa a la hora de comer, frente al hambre y frente al otro.
Nuevas tecnologías o ideología de género proponen que se sustituya la imperfección de la carne por la perfección de la idea. En cambio, la secuencia católica dice: «La gracia no destruye la naturaleza, sino que la lleva a su plenitud», y la familia puede ser eso.